El cadáver de Karima Baloch, copresidenta de la Organización de Estudiantes Baluches, fue encontrado por la Policía local el pasado lunes en Toronto, en una isla del lago Ontario. Baluch residía en Canadá desde 2016, donde pidió asilo político tras huir de la persecución en Pakistán. La que fuera copresidenta de la Organización de Estudiantes Baluches era también una de las voces más críticas contra la ocupación del territorio baluche por parte de Islamabad; no en vano, la BBC la incluyó en una lista de las cien mujeres «más inspiradoras e influyentes» de 2016.
El colaborador de NAIZ Karlos Zurutuza entrevistó a Baloch en la primavera de 2015.
Aparece muerta #KarimaBaloch, una de las activistas baluches más reconocidas. Esta es la entrevista que nos dio desde su tierra ocupada. #balochistan @naiz_info https://t.co/y6y9ea4nTN
— Karlos Zurutuza (@karloszurutuza) December 22, 2020
Numerosas voces en el seno del movimiento baluche y organizaciones por los derechos humanos apuntan a los servicios de Inteligencia paquistaníes tras su muerte. Tarek Fatah, un reconocido periodista establecido en Canadá que ayudó a Baloch en su proceso de asilo ha pedido que se investigue «la mano de Pakistán» en la muerte de la activista a la vez que conminaba a Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, «a actuar para librar al país de agentes de la Inteligencia paquiistaní». Por el momento, la Policía no descarta ninguna opción mientras se establecen paralelismos con la muerte en circunstancias aun sin esclarecer del periodista baluche Sajid Hussain, cuyo cadáver fue encontrado el pasado 23 de abril en un río a las afueras de Uppsala, en Suecia.
El Movimiento Nacional Baluche ha decretado cuatro días de duelo por la muerte de Baloch. «Hemos perdido una lideresa visionaria y a un símbolo nacional», decía el comunicado emitido por el movimiento.