Ruben Pascual
IRUÑEA

‘Entre rejas’: nuevo y documentado eslabón en la cadena de la memoria del Fuerte de Ezkaba

El libro ‘Entre rejas’ de Hedy Herrero (Pamiela) comenzó a forjarse casi de manera anecdótica, tratando de reconstruir la historia de sus abuelos represaliados. Tras años de investigación, recoge datos de 5.917 personas presas en Ezkaba y bucea en las vidas de quienes fueron relegados a un número.

Hedy Herrero sostiene un ejemplar de ‘Entre rejas’ antes de presentarlo en Katakrak. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Hedy Herrero sostiene un ejemplar de ‘Entre rejas’ antes de presentarlo en Katakrak. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Presentado en formato de diccionario, el trabajado desarrollado durante años por Hedy Rojas (Bonn, Alemania, 1959) y editado por Pamiela, recoge datos biográficos de 5.917 personas que entre los años 1934 y 1945 estuvieron encarceladas en el Fuerte de Ezkaba.

Como ha explicado la autora en la presentación que ha tenido lugar este martes en Katakrak, su implicación en la recuperación de la memoria histórica comenzó a raíz de una inquietud personal, cuando quiso investigar la historia penitenciaria de su abuelo, Teodoro Hernán Aguado, preso nº 760 del Fuerte de Ezkaba, y de su abuela, Vicenta López Castillar, también represaliada por el franquismo.

Tirando de ese hilo, empezó a indagar para tratar de conocer quiénes eran las personas con las que su abuelo había compartido cárcel. Así, ha pasado doce años recopilando y cotejando datos de expedientes penitenciarios, buceando en archivos históricos y recogiendo testimonios de familiares de quienes, muy a su pesar, fueron inquilinos de San Cristóbal. 

Más de 1.000 nombres añadidos al listado

Las más de 500 páginas que componen ‘Entre rejas’ son reflejo de ese ímprobo esfuerzo realizado por Hedy Herrero, que ha logrado añadir más de 1.000 nombres al listado original del libro de registros de presos. Una ingente tarea que, por cierto, continúa.

Toda la información y documentación obtenida durante sus indagaciones ha sido puesta a disposición, no solo de los familiares que le han contactado, sino de instituciones como el Gobierno de Nafarroa y la UPNA, y de otros agentes como Aranzadi y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Y es que, como ha subrayado Herrero, este libro y el conjunto del trabajo que ha llevado a cabo no es más que un eslabón más en la gran cadena de la reconstrucción de la memoria.

En definitiva, este libro que comenzó a tomar forma a ritmo de ‘La tierra está sorda’, homenaje de Barricada a los fugados de Ezkaba, ha pasado de ser un esbozo en Word y Excel «lleno de tachones», a convertirse en una importante contribución para sacar a la luz todo lo ocurrido y, además, humanizar a todos aquellos presos quisieron hacer desaparecer reduciéndolos a simples números en expedientes carcelarios.