Esta acción se contempla en el convenio firmado entre el departamento y Lares, entidad que agrupa a 39 centros de mayores navarros, en los que viven cerca de 2.500 residentes y trabajan unas 1.000 personas. El importe global del convenio asciende a 62.000 euros.
Según la secretaria técnica de la Asociación Lares Navarra, Beatriz Lacabe, «este proyecto tenía previsto su lanzamiento antes de la crisis provocada por el covid-19. No obstante, después de estos meses tan difíciles que nos ha tocado vivir, cobra mucha más importancia».
Por su parte, la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, ha coincidido en señalar que «la soledad en personas mayores es una cuestión que debemos abordar con urgencia. Es una dura realidad para las personas que viven en esta situación –se estima que hay unas 30.700 mayores de 65 años-, y también para quienes lo hacen en una residencia y carecen de apoyo familiar o del entorno próximo».
«El covid-19 no ayuda en absoluto a mitigarla en ninguno de los casos. Por eso, esta iniciativa, sin pretenderlo, adquiere más sentido todavía en estos momentos», ha indicado la consejera en una nota, y ha añadido «también desde el enfoque de atención centrada en la persona que ya se viene implantando poco a poco en los centros».
El ‘Proyecto Soledad’ forma parte de una iniciativa de investigación más amplia sobre cómo afecta esta circunstancia a las personas mayores de estos centros. «Vivir en comunidad no es sinónimo de no sentir soledad. Muchos residentes tienen carencias familiares, no tienen amigos dentro de la residencia, lo que les genera sensación de soledad», ha apuntado Beatriz Lacabe.
La primera etapa del proyecto se ha llevado a cabo en la residencia San Manuel y San Severino de Tafalla, donde durante tres meses nueve residentes han contado con el acompañamiento de profesionales seleccionados por la empresa Familiados, dos días por semana.
«Partiendo del conocimiento mutuo entre el acompañante y el residente y de sus preferencias, se establecen las actividades que se desarrollarán durante los tres meses que dura el proyecto», ha explicado Nuria Carcavilla, psicóloga especializada en apoyo a cuidadores con demencia y colaboradora del proyecto. Estas actividades pueden englobar, ha añadido, «desde la comunicación y el contacto social hasta las emociones y la interacción social».
En total, participarán varios centros de mayores y 18 residentes. La mitad recibirán acompañamiento y la otra mitad no lo tendrán. El estudio analizará y comparará la evolución de las habilidades cognitivas, sensoriales y sociales de ambos grupos para valorar los beneficios del acompañamiento.
Para ello, también se realizará una valoración en la Escala de Soledad de UCLA que, con 10 sencillas preguntas, permite determinar el grado de soledad percibida de cada persona.
Este trabajo, pionero en la investigación de esta materia en las residencias, cuenta con la colaboración de la empresa Familiados, plataforma navarra especializada en acompañamientos domiciliarios. «El trabajo con ellos ha sido clave para que la iniciativa se pueda llevar a cabo», ha destacado Beatriz Lacabe.
La estrecha relación entre Familiados y las residencias de Lares Navarra ha permitido, explica, «la coordinación a la hora de encontrar profesionales para realizar los acompañamientos y que la investigación pueda realizarse de forma ordenada y segura en las residencias, a pesar de la situación actual».
El objetivo a medio y largo plazo es «la creación de una guía práctica del proyecto con la finalidad de poder trasladar esta iniciativa a otros centros y residencias», han concluido los responsables del trabajo.