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Biden llama «terroristas» a los seguidores de Trump que tomaron el Capitolio

El ganador de las elecciones en EEUU, Joe Biden, aseguró que los seguidores de Trump que asaltaron el Capitolio son «terroristas domésticos». El demócrata asegura que no se les puede llamar «manifestantes». 

Biden, en la comparecencia para anunciar cargos de su gabinete. (Jim WATSON/AFP)
Biden, en la comparecencia para anunciar cargos de su gabinete. (Jim WATSON/AFP)

El asalto al Capitolio, hasta cierto punto, no fue un asalto. Los seguidores de Trump presionaron el escuálido cordón policial, pero no lo desbordaron violentamente. Hay vídeos que muestran cómo se les dejó entrar. El propio Mitch McConell, líder de los senadores republicanos, habla de fallo policial y de que hay que abrir una investigación sobre lo ocurrido, mientras los Federales y la Policía de Washington se echan la culpa los unos a los otros. McConnell califica a los seguidores de Trump como «insurrectos», pero este jueves Biden ha ido un paso más allá. 

«No eran manifestantes. No os atreváis a llamarlos manifestantes. Eran una turba desenfrenada. Insurrectos. Terroristas domésticos», ha dicho Biden, que ha culpado del incidente en el edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos a Trump.

Biden ha abundado en la idea del fallo policial, comparando la forma en la que se blindó el Capitolio cuando tuvo lugar la protesta de Black Lives Matters y la escasa dotación de efectivos para controlar la multitudinaria manifestación que alentaba el todavía presidente de EEUU. «Si hubiera sido un grupo de manifestantes de Black Lives Matters habrían sido tratados de manera muy, muy distinta», ha añadido. 

Quien será investido presidente en dos semanas, responsabiliza de lo sucedido al presidente saliente. Ha acusado a Trump de «incitar a una turba para atacar el Capitolio, para amenazar los representantes electos (...) e, incluso, al vicepresidente (Mike Pence) para evitar que el Congreso ratificara la voluntad del pueblo estadounidense». 

Actos vandálicos, armas y pillaje menor

Entre las personas ya identificadas dentro del simbólico y grotesco incidente, han aparecido numerosos ultraderechistas, conspiranoicos y negacionistas. Pero, una vez se recuperó la normalidad en el Capitolio, además de los cuatro seguidores de Trump fallecidos, lo que se han visto son ventanas rotas y pequeños hurtos, como el denunciado por el senador demócrata Jeff Merkley, que ha asegurado que los «saqueadores» han robado uno de los ordenadores portátiles que se encontraban en su despacho. Un balance poco compatible con un atentado de naturaleza terrorista. 

Lo que sí había es gente armada, el jefe de la Policía Robert J. Contee ha explicado que se han incautado de cinco armas tras la detención de los sospechosos. Ninguno de ellos era residente de Washington.

El fiscal general de Washington, Karl Racine, ha roto una lanza a favor de la Policía y ha matizado que la «decepción» proviene, en realidad, de los agentes a nivel federal. «Los policías de Washington, francamente, hicieron su trabajo. Ayudaron a la Policía del Congreso a restituir el orden y arrestaron a la gente que estaba violando el toque de queda», ha sostenido. «Los que nos decepcionaron fueron nuestros colegas a nivel federal», ha dicho.

Racine ha detallado, además, que los agentes a nivel local carecían de la jurisdicción necesaria para presentar cargos por la mayoría de delitos cometidos, una tarea que recaería sobre las fuerzas federales.

Sin embargo, los vídeos difundidos a través de las redes sociales apuntan a una presunta complicidad por parte de los agentes, que aparecen sacándose fotos con los seguidores de Trump o ejerciendo escasa resistencia a la entrada del Capitolio.