El incendio ocurrido ayer martes en el foso de los residuos de la incineradora de Zubieta no habría sido el primero que tiene lugar en esta instalación, sino al menos el tercero, según ha asegurado GuraSOS en una comparecencia celebrada esta mañana en Donostia.
Joseba Belaustegi ha añadido que uno de los fuegos anteriores, el primero, fue incluso más grave, aunque no trascendió a la opinión pública. «Sabemos que fue hace unos meses, cuando tengamos el dato concreto lo trasladaremos», ha indicado.
Estos incendios se suman a otros incidentes como las averías en el transformador principal o el vertido químico en una regata. A juicio de GuraSOS, todo ello no es producto «de la mala suerte», sino que obedece a una lógica de anteponer las ganancias de la empresa concesionaria a la seguridad y el buen funcionamiento de la instalación.
En este caso concreto, el fuego «posiblemente se debe a la fermentación y a la acumulación de metano», algo que también sucedió en el vertedero de Zaldibar antes del fatídico derrumbe del año pasado.
El portavoz de GuraSOS ha remarcado además que «están usando en labores de extinción al personal de la planta, sin formación específica. Al menos a los bomberos de Donostia no se les ha avisado hasta ayer».
Iniciativa de la Fiscalía
Por otro lado, esta asociación ha informado de que la Fiscalía de Gipuzkoa ha anunciado la apertura de una investigación sobre el funcionamiento de la incineradora, después de las denuncias públicas presentadas a lo largo de diciembre sobre la falta de determinados permisos para la puesta en marcha de la instalación.
GuraSOS sostiene que «los dos hornos y cada uno de los componentes de la cadena de valorización estarían funcionando en situación ilegal en el momento actual».
La Fiscalía ha demandado al Gobierno de Lakua y a Red Eléctrica Española la documentación existente, para verificar si todo está en regla, tal y como sostiene el responsable foral José Ignacio Asensio.
Como tercer punto de la comparecencia, Belaustegi ha informado de que han remitido un requerimiento a la interventora del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), en el que se denuncia «el grave quebranto económico» que está generando la incineradora, que ha cifrado en 41,6 millones de euros, tanto por pagos indebidos como por la no aplicación de penalizaciones por los retrasos. «Aquí lo único que se está garantizando es la ganancia de una UTE», ha denunciado.
Asensio amenaza con acciones judiciales
El diputado José Ignacio Asensio ha respondido a esta comparecencia con la amenaza de acciones legales contra GuraSOS, que ejercería en nombre de GHK. Lo ha dicho en una nota a media tarde en la que resta importancia al tercer incendio de este martes.
El Consorcio de Rediduos de Gipuzkoa asegura en la nota que actúa «en todo momento con absoluta transparencia cumpliendo todos los procedimientos establecidos». Asensio se ampara además en «la profesionalidad y el buen hacer de los empleados y funcionarios de GHK», frente a los «ataques y denuncias totalmente infundadas de GuraSOS».
En este punto, reitera que «todos los recursos y demandas interpuestos por GuraSOS hasta la fecha, más de una veintena, han sido siempre desestimados por los tribunales».
Sobre el incendio registrado el martes en el foso de residuos voluminosos de la incineradora, Asensio remarca que «fue controlado de forma inmediata por personal de la empresa junto a los bomberos».
«Los detectores de humo de los que está dotada la instalación detectaron el suceso y activaron las alarmas de la sala de control y el personal de la instalación activó el protocolo de actuación de emergencias utilizando los equipos antiincendio», ha explicado.
A ello ha añadido que «para hacer frente al incidente, el personal de la planta puso en marcha los protocolos previstos e inició las labores de extinción, aplicando los procedimientos de seguridad previstos y dando aviso a los bomberos para la supervisión de todos ellos».
«El suceso se controló de manera inmediata y se abordó de acuerdo con el plan de emergencia de la instalación y se solventó sin mayores consecuencias, sin haberse producido ningún tipo de daño», apostilla.