Eibar y Real se han repartido los puntos en Unbe, como han hecho con el control de un partido que ha enloquecido en la recta final. Thembi había adelantado a las locales en la primera parte pero los otros tres goles han llegado en los diez últimos minutos. El empate impide a la Real meterse de lleno en la pelea por Europa pero le viene de perlas a un Eibar que puede acabar la jornada con once puntos de ventaja sobre el descenso.
Los dos equipos han apostado de inicio por mantener su estilo, tan diferente. Y lo han ido imponiendo por tramos. La presión y el juego directo del Eibar han metido a la Real en su parcela, cuando no en su área, en algunos momentos. Algo para lo que ya venía preparado el equipo txuriurdin, tal y como explicaba su entrenadora la víspera. La Real ha sabido apretar los dientes en esas fases, a la espera de momentos mejores. Aunque menos prolongados de lo que les habría gustado, han llegado, y en Unbe también ha habido espacio para el juego más combinativo del equipo visitante. Incluso ha habido un tramo de ida y vuelta, en el que los dos rivales se han golpeado, con más intención que resultado efectivo.
Parecía claro, en cualquier caso, cómo podía moverse el marcador. A balón parado para cualquiera de los dos equipos, con la velocidad de Thembi para las locales y con las irrupciones de Eizagirre o los balones desde fuera del área de la propia tolosarra o de Gemma para las visitantes. Así han llegado las mejores ocasiones. También el gol. Recién cumplida la media hora, una acción rápida y la presión de Arola y Thembi sobre Etxezarreta –que regresaba al verde tras la fractura nasal que sufrió el siete de diciembre en el partido contra el Espanyol– ha acabado dejando a la sudafricana entrar en el área con el balón para marcar casi sin ángulo el 1-0.
Ha dado un paso atrás el Eibar y uno adelante la Real, aunque a las donostiarras les ha costado generar ocasiones claras. Sólo Bárbara, con un balón centrado por Núria Rábano, y Nahikari, con otro filtrado por Gemma, han puesto a prueba a Noelia.
Más trabajo ha tenido la guardameta armera en el arranque de la segunda parte. Dos errores de Sara Navarro y Llompart han permitido a la Real salir a la contra. No ha acertado Nahikari a la primera, poniéndoselo fácil a Noelia, que acto después sí ha tenido que lucirse para enviar a córner junto al larguero un cañonazo de Eizagirre.
El Eibar ha respondido de inmediato, con una contra clara que Thembi no ha sabido aprovechar esta vez y un chut lejano y bien dirigido de Arola al que Nanclares ha respondido de forma soberbia junto al larguero. El equipo de Dorronsoro no ha podido sentenciar pero las dos acciones sí le han valido para frenar un poco los bríos con los que había regresado de vestuarios la Real.
Arroyo mueve ficha
Natalia Arroyo no ha querido esperar demasiado para dar un empujón a su equipo desde el banquillo y antes de los veinte minutos de la reanudación han entrado al campo Tejada, Palacios y Cecilia. Pero seguía atascada la Real ante un rival que tapaba espacios y que ha vuelto a rozar la sentencia, ahora con un contragolpe clarísimo de Arola que ha desbaratado Nanclares.
Pero conforme se acercaba el final, las donostiarras han ido gestionando mejor la situación. Algo ha tenido que ver también el fondo de armario pero lo cierto es que mientras a las jugadoras locales se les iba notando que el temor a perder su ventaja y el cansancio podían con la ilusión de sentenciar, las de Arroyo han mostrado más convicción en sus posibilidades de remontada que ansiedad por ver que los minutos se agotaban. Y así, a ocho del final, ha llegado el empate. Con tres txuriurdines tocando el balón dentro del área del Eibar. Eizagirre para rematar un balón al que ha respondido de forma magistral Noelia y, Gemma para recuperar y Palacios firmar el empate.
Debía ser lo que necesitaba el Eibar para volver a venirse arriba porque sólo tres minutos después estaba de nuevo metido en el área txuriurdin. La recompensa ha sido inmediata, con un penalti de Mendoza sobre Thembi ante el que no han titubeado ni la árbitra ni Llompart, que lo transformaba en el 2-1.
El partido se había reservado toda la emoción, o al menos los goles, para el final. Porque cuando ya parecía que al Eibar no se le escaparían los puntos, más porque el partido estaba ya en el descanso que porque su rival hubiera arrojado la toalla, Franssi, que apenas llevaba unos minutos en el campo, ha salvado un punto para la Real con un disparo desde fuera del área.