Unos carteles colocado en los árboles de la Gran Vía avisan: a partir de este punto, una puede ser grabada. Frente al edificio de la Diputación, en el cruce, se repite una y otra vez la persecución entre tres coches, dos de ellos con unos cuantos años. La figuración también está vestida como de los años 70.
Bueno, @alexdelaIglesia prestatzen ari den filmeko sekuentzia bat, promozioan. Jendetza ikusten, zelako mugimendua Gran Vian. @naiz_info pic.twitter.com/rvkWtIj1Xh
— Amaia Ereñaga (@GARA_aerenaga) January 28, 2021
En uno de los coches, en el asiento de atrás, está Álex de la Iglesia semioculto tras una capucha y la mascarilla, concentrado en intenta rodar la escena. En el asiento del copiloto, la cámara. Y en la calle, un mundo de gente que intenta cruzar, sacar fotografías o, simplemente, disfrutar de algo diferente en estos tiempos de pandemia.
¿«El cuarto pasajero» será de terror?
De la Iglesia ha regresado a la capital para rodar las primeras escenas de su nueva película, localizada en diferentes lugares céntricos de Bilbo, como el Arenal o la Gran Vía. Entre los figurantes vemos a un Alberto San Juan teñido de rubio y repeinado, protagonista, junto con Blanca Suárez, de este nuevo proyecto cinematográfico del cineasta vasco tras su impactante serie ‘30 monedas’ (HBO).
La productora no ha dado datos sobre este largometraje, aunque sí se sabe que rodarán también en otros lugares de Bizkaia. Según parece, se titulará ‘El cuarto pasajero’, y está coescrita, como es habitual, con Jorge Guerricaechevarría.
El pasado mes de mayo Álex de la Iglesia anunció la creación de The fear Colletion, una antología de películas de género independientes, al estilo de ‘Historias para no dormir’, en la que producirá a otros cineastas. El proyecto lo lleva desarrollando cuatro años.
¿‘El cuarto pasajero’ será, entonces, una cinta de terror? Puede ser. ¿Estará situada en los años 70? Habrá que esperar a tener más pistas.
Parece que algunas escenas tenían que rodarse en La Rioja, aunque hace algunas semanas el cineasta twiteó enfadado que no se le había concedido el permiso para rodar de noche por «no ser un bien público».