No hay que ponerse dramáticos, pero tras perder cuatro partidos de Euroliga de forma consecutiva y después de que el Top 8 se haya alejado a tres victorias de diferencia, hay que ganar ya. Da igual que el visitante del Buesa Arena para este viernes a las 21.00 sea un Zalgiris Kaunas que llega sexto en la clasificación con un balance opuesto al Baskonia –9-13 por 13-9– eufórico tras haber «arrancado una victoria de las fauces de la derrota» en Valencia, 78-79, con la enésima canasta ganadora sobre la bocina de un Grigonis que en estas acciones de final de partido se crece como pocos –y más tras la reacción taronja que, tras ir perdiendo todo el partido, se adelantó 78-77 a tres segundos del final–. Los condicionantes previos dan exactamente igual, porque TD Systems Baskonia debe ganar, o ganar. Y punto.
Los 23 duelos que estos dos equipos han debido dirimir en la «era moderna» de la Euroliga ofrecen un saldo positivo para los gasteiztarras por un ajustado 13-10, resultando los dos últimos enfrentamientos sendos triunfos de los lituanos: el 92-73 de la primera vuelta de la presenta Euroliga, un 15 de diciembre que parece que fue hace siglos, con un irreal 18 de 26 que firmaron los de Martin Schiller desde más allá de los 6,75 metros, y un 60-74 el pasado 20 de febrero –¡con 10.068 espectadores en las gradas de Zurbano!– en el que los entrenados por Sarunas Jasikevicius superaron al Baskonia en la segunda mitad, luego del dominio gasteiztarra de los 20 primeros minutos.
Continuidad, por favor
Eso mismo le sucedió la noche del miércoles al cuadro que dirige Dusko Ivanovic en su visita al Astroballe del Asvel Villeurbanne. Dominó los 20 primeros minutos jugando «concentrados, con energía y con buen ritmo», según declararía en su fugaz comparecencia de prensa el técnico montenegrino, mientras que, tras volver de los vestuarios con un favorable 35-46, «el equipo jugó sin energía, ritmo ni concentración, ni nada. Ahí estuvo la clave del partido», añadiría Ivanovic.
Y no es un suceso aislado. Frente a Valencia Basket, el pasado domingo, a los baskonistas les sucedió lo mismo, con el añadido de perder a Zoran Dragic en una acción aislada –afortunadamente, el escolta esloveno, pese a jugar con un dedo roto, pudo volver al parqué en el Astroballe, y jugará también este viernes–, pero como bien dijo el propio Ivanovic en la sala de prensa de La Fonteta, «en la segunda mitad no ha habido partido». El miércoles, aunque el parcial de 23-7 del tercer cuarto resultó especialmente doloroso, siendo esta vez Luca Vildoza quien abandonó la cancha antes de hora a causa de unos problemas en la espalda, cierto es que la intensidad del Baskonia se vino abajo, en buena medida porque Asvel Villeurbanne puso a todos sus prodigios físicos sobre el parqué y además, porque los gasteiztarras perdieron la chispa y la gracilidad con que manejaron los 20 primeros minutos.
Pedir continuidad es como hacer rogativas para que llueva o para que no llueva. Por pedir que no quede, pero lo cierto es que los gasteiztarras están evidenciando síntomas de cansancio físico –por mucho que niegue la mayor su entrenador– y sobre todo, mental. Jugadores tan activos siempre como Pierria Henry ya no lucen con la misma agilidad de piernas, o un Achille Polonara que el miércoles tuvo un buen final de partido luego de languidecer más de la cuenta durante mucho rato.
Pero tampoco es cuestión de buscar excusas, porque con la confianza y las victorias, las energías brotan como flores en primavera. Por ejemplo, el pívot de Zalgiris Kaunas Joffrey Lauvergne recién ha renovado su contrato hasta 2023 con la escuadra de Kaunas, cuando después de su paso por la NBA y Fenerbahçe más de uno dijo en voz alta que el internacional galo era un «exjugador» pese a que todavía no ha cumplido los 30 años. ¿No está mal para un exjugador sumar 13 puntos y 12 rebotes, verdad?, pues ese fue su rendimiento individual el miércoles ante Valencia Basket.
Será, pues, un duro examen para Saski Baskonia, pero no es un examen que no pueda superar, y porque el carácter, lleve este o no marca registrada, se muestra en los momentos delicados.
Se pospone el Gipuzkoa Basket-Estudiantes
En lo que respecta a la Liga ACB, el encuentro entre Acunsa Gipuzkoa Basket y Movistar Estudiantes, correspondiente a la Jornada 22 y previsto para este sábado 30 de enero a las 20.45, ha sido aplazado por cuestiones sanitarias derivadas del brote de covid-19 que afecta al equipo madrileño.
La propia Liga ACB ha anunciado que comunicará próximamente la nueva fecha para la disputa del encuentro.
Por otro lado, San Sebastián Gipuzkoa Basket ha celebrado este jueves su Junta General de accionistas en illunbe. El total de acciones representadas ha sido el 43,47% del accionariado. Todos los puntos del orden del día han sido aprobados con el 100% de votos. Ello implica que el club donostiarra ha aprobado un presupuesto de 2.550.000 de euros.