El primer ministro, Jean Castex, ha anunciado una serie de medidas para intentar contener la difusión del coronavirus, en particular de las nuevas variantes, entre las que se incluyen el cierre de fronteras a países fuera de la Unión Europea y el cierre de los centros comerciales de más de 20.000 metros cuadrados.
Castex, que ha comparecido por sorpresa al término de un Consejo de Defensa convocado en el Palacio del Elíseo por el presidente, Emmanuel Macron, ha insistido en que dada la situación sanitaria, planea la posibilidad de un nuevo confinamiento, pero «todavía podemos darnos una oportunidad para evitarlo».
«Los próximos días serán decisivos», ha advertido el jefe de Gobierno francés, quien ha admitido que la posibilidad de un nuevo confinamiento «se plantea legítimamente, pero sabemos el impacto muy fuerte que tendrá en todos los ámbitos».
Castex ha anunciado el cierre a partir de la medianoche del domingo de las fronteras a países de fuera de la Unión Europea, «a menos que exista una razón imperiosa». Así, estará prohibido viajar al Estado francés desde un país exterior a la UE o hacerlo en sentido contrario. Hasta ahora, podían entrar los franceses o extranjeros con residencia en el Hexágono.
También ha precisado que se requerirá una prueba de PCR negativa para cualquier entrada al Estado francés desde un país de la Unión Europea, «con la excepción de los trabajadores transfronterizos». Esta medida, ya en vigor desde el pasado domingo para el transporte marítimo y aéreo, se extenderá ahora al transporte terrestre y ferroviario.
Además, «todos los viajes hacia y desde todos nuestros territorios de ultramar también estarán sujetos a razones imperiosas a partir de este domingo».
Los centros comerciales que no sean de alimentación de más de 20.000 metros cuadrados se cerrarán a partir de este domingo para disminuir las grandes aglomeraciones de público.
En cuanto a los lugares de trabajo, el primer ministro ha dicho que «en todas las empresas donde sea posible se intensificará el recurso al teletrabajo», una medida que también se aplicará a las administraciones públicas.
Casteix ha arremetido contra «los excesos de unos pocos» y ha anunciado que se intensificarán los controles de toque de queda, las fiestas clandestinas y la apertura ilegal de restaurantes.
Ha advertido de que aunque «la situación sanitaria está mejor controlada en Francia que en muchos de nuestros vecinos, es preocupante», y ha recordado que en los hospitales hay cerca de 27.000 enfermos de covid y más de 3.000 en las unidades de cuidados intensivos.