El Wohnregal, cuya traducción literal sería ‘estantería viva’, es un edificio de seis plantas que alberga talleres, espacios de trabajo y viviendas. Es, en definitiva, una infraestructura para habitar si entendemos el término infraestructura como el conjunto de elementos, dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de nuestra organización diaria. Es un edificio en el que realizar la mayoría de las actividades cotidianas, reduciendo por lo tanto al máximo los desplazamientos por motivos laborales. En ese sentido, es una arquitectura ajustada a los tiempos del cambio climático y a los tiempos pandémicos por los que transitamos. Fue realizado gracias a un proyecto del estudio alemán FAR, que propuso un sistema constructivo altamente prefabricado. Se construyó con elementos prefabricados de hormigón habituales en la construcción de naves industriales, pero muy poco comunes en la arquitectura residencial, y menos aún expuestos con la crudeza con la que aquí lo están. Detrás de la elección de esta técnica de construcción en serie estaba la ambición de salvar dos desafíos aparentemente contradictorios al que se enfrenta el mercado de la vivienda en Berlín.

Por un lado, la prefabricación industrial ofrece los beneficios de las técnicas de construcción en serie, como ahorros de costos y plazos de construcción más cortos, abordando así el creciente costo de construcción de viviendas en la capital alemana. Por otro lado, el proyecto debía contrarrestar la idea preconcebida de que la construcción en serie implica automáticamente una estandarización de la vivienda. Una idea muy extendida en Berlín, especialmente en la antigua zona oriental, donde la maquinaria de vivienda soviética prefabricó miles de viviendas producidas en serie de total homogeneidad.

La estructura de hormigón prefabricado tiene su elemento más destacado en unas losas de doble T que cubren una gran luz. Un sistema que facilita una máxima polivalencia interior, al ofrecer un espacio libre de aproximadamente 13 metros entre las dos fachadas sin necesitar ningún elemento estructural en el interior. Todos los tabiques interiores se realizaron individualmente y en seco para cada nivel, considerando como puntos fijos e inamovibles únicamente los conductos de instalaciones que atraviesan todo el edificio.

La fachada se cierra con un muro cortina formado por puertas correderas estándar a gran escala. Este cierre permite que el interior se abra a su entorno durante los meses de verano convirtiendo el espacio habitable en su gran balcón sobre la ciudad. Y al mismo tiempo, este muro cortina ofrece una máxima presencia de la estructura de hormigón prefabricado, cuyo reticulado ordena el espacio interior. Este sistema constructivo y de organización de la planta permite una gran variedad en cuanto a las tipologías de viviendas, y también su fácil reconfiguración o transformación futura.

Sin habitáculos preestablecidos. Por lo tanto estas viviendas se organizan más como espacios, que como funciones concretas de una vivienda, es decir, no son desde el proyecto habitáculos con una función concreta y cerrada, como dormitorios, recibidores, salas o comedores; sino que son lugares, estancias indeterminadas, que sus habitantes pueden usar como mejor entiendan o dispongan en cada momento. Son estancias que sus usuarios bautizan durmiendo, comiendo, trabajando o jugando en ellas, lugares que el uso cotidiano y cambiante va especializando. Una lógica sencilla, pero que hace que los espacios residenciales se adapten a las diversas y cambiantes formas de vivir y trabajar de la vida cotidiana. Y más aún, a los cambios que durante la vida se producen en cuanto a estructura familiar, trabajo o necesidades espaciales.

Desde marzo de este año, algunos de los residentes del Wohnregal tuvieron que trasladar rápidamente sus lugares de trabajo a sus viviendas a causa de la covid-19. Pero a diferencia de millones de personas no tenían una vivienda, sino una infraestructura en la que habitar, y por lo tanto la posibilidad de adaptarla con facilidad para mejorar sus condiciones de vida.