Con la restauración del Baluarte de Parma y la zona de Coralillos, Iruñea completará la rehabilitación de sus murallas iniciada hace dos décadas. Esta última obra contará con la ayuda del Gobierno estatal, que financiará el 65 % de unos trabajos por un importe de más de un millón de euros y que supone desgajar el proyecto existente para construir en la zona un aparcamiento subterráneo y un polideportivo.

El alcalde, Enrique Maya, ha agradecido la concesión de la ayuda estatal, que supondrá unos 650.000 euros, lo que permitirá acometer lo que «es casi el final de un larguísimo proceso de restauración de las murallas», que se inició «de emergencia» cuando se hundió el lienzo de la Ronda de Descalzos a mediados de los años 70, aunque es desde el inicio de este nuevo siglo cuando se hizo de forma programada.

Según ha añadido el concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, Fermín Alonso, el Baluarte de Parma es el único tramo de la muralla que falta para terminar la rehabilitación de los cinco kilómetros de perímetro fortificado de la ciudad, que se ha llevado a cabo gracias a un «esfuerzo constante desde hace 20 años en el que el Ayuntamiento ha tenido la habilidad para buscar siempre la financiación», ya sea del Estado o de Europa.

Construido en el siglo XVI, se encuentra ubicado entre el Archivo General de Nafarroa y el final del Paseo de Ronda, frente el edificio de Educación de Gobierno navarro. Es una terraza sobre el río que mira a Arrotxapea y su rehabilitación se persigue desde hace años.

Con esta obra, además de completar la restauración del perímetro amurallado de la ciudad, se da el primer paso hacia una intervención global en el solar de las Huertas de Santo Domingo.

Alonso ha explicado que la intervención se prolongará hasta 2022 y el presupuestos se ejecutará en un 40 % este año y en un 60 % el que viene, aunque para incorporar esta financiación externa se requerirá modificar el presupuesto municipal aprobado para 2021.

El Baluarte de Parma están «en razonable buen estado, aunque en la zona de la batería baja existen desprendimientos», ha dicho, para anunciar que ya se está trabajando en comprobar el estado real de esa zona de muralla, donde los trabajos que se acometan son similares al resto de los ya realizados en los otros puntos, con la limpieza de la piedra y elementos, reposición de los sillares necesarios, e incluso el remate con una nueva solución de iluminación.