El comité de Aernnova impugna el ERE para que los 55 despidos sean declarados nulos

El comité de empresa de la planta que la compañía aeronáutica Aernnova tiene en Berantevilla ha impugnado ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) el ERE de extinción por el que este lunes se hicieron efectivos 55 despidos forzosos, con el fin de que sean considerados nulos.

Manifestación de los trabajadores de Aernnova contra los despidos. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Manifestación de los trabajadores de Aernnova contra los despidos. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

En su impugnación, el comité alega que Aernnova está subordinada a una estructura empresarial encabezada por el presidente de esta firma, Iñaki López Gandasegui, «que comete fraude al utilizar una crisis sanitaria para despedir y que ha incumplido las reglas básicas del proceso de negociación», ha explicado este martes la representación de los trabajadores en un comunicado.

Ayer lunes, 1 de febrero, se hicieron efectivos los 55 despidos forzosos y las 27 bajas voluntarias derivados del ERE de extinción, que la empresa justificó por las «pérdidas históricas» que estaba teniendo.

El comité, sin embargo, ha demandado a la propia Aernnova Aeroestructuras de Álava, así como «a las empresas y sociedades superpuestas a ella» ya que entiende que la planta de Berantevilla forma parte de una estructura empresarial a cuya cabeza están López Gandasegui y su sociedad Kaizaharra, «que son quienes deciden la estrategia empresarial, reparten la carga de trabajo y actúan en su propio beneficio», señala el comunicado.

Ese grupo, que según el comité es «el cliente único de la planta de Berantevilla, que la maneja a su antojo y que ha tenido resultados millonarios en los últimos años, es el responsable a todos los efectos de los despidos».

Además, sostiene que las causas productivas que alega la empresa derivan únicamente de la crisis sanitaria del coronavirus y que «en ningún caso se puede considerar una crisis estructural».

Los trabajadores aseguran que en los meses anteriores a la pandemia había pleno empleo en la fábrica por lo que creen que con el ERE «la empresa está cometiendo fraude», dado que podría haber aplicado un ERTE que permitiría garantizar el empleo.

Además, el comité cree que el proceso de negociación está viciado ya que la empresa no ha tenido voluntad de evitar los despidos, «desoyendo absolutamente todas las propuestas alternativas» como acordar un ERTE o rebajar la jornada laboral a la plantilla, así como ocultar información, utilizar unos informes parciales para justificar su decisión y presentar unos cálculos exagerados para calcular las horas de desocupación.