La Audiencia Nacional ha rechazado este viernes suspender el juicio por la presunta caja B del PP a petición del exgerente del partido Cristóbal Páez, que ha dado positivo en covid-19. Es decir, mantiene su inicio para el próximo lunes, cuando se volverá a sentar en el banquillo Luis Bárcenas tras anunciar su intención de colaborar.

Entre otras cosas, Bárcenas ha apuntado en un escrito a la Fiscalía Anticorrupción que los fondos ilícitos del PP se usaron para pagar sobresueldos a Jaime Ignacio del Burgo y comprar acciones de ‘Libertad Digital’ para propagar la mentira de que el 11-M fue obra de ETA.

Fuentes jurídicas han informado a Efe de que la Sala de lo Penal ha rechazado por el momento retrasar el juicio, que comenzará el lunes con el trámite de cuestiones previas, en el que no estará presente Páez, pero sí su abogado.

En función de lo que aleguen las partes en dicho trámite, subrayan las fuentes, la Sala resolverá como estime conveniente.

De esta forma, el tribunal rechaza la petición de la defensa de Páez, que había dirigido un escrito a la Audiencia Nacional donde pedía la suspensión del juicio hasta que su representado, que ha dado positivo en coronavirus, pudiese estar presente en la vista.

Una petición que se produce a tres días del inicio del juicio y poco después de conocerse la intención de colaborar del principal imputado. Bárcenas dice que tirará de la manta tras constatar que «con ingenuidad» creyó la promesa de su partido de que su mujer, Rosalía Iglesias, no entraría en prisión por el «caso Gürtel».

Acusados menores en este caso

En este juicio sobre el presunto pago de las obras de la reforma de la sede del partido con dinero de la supuesta «caja B» del PP, la Fiscalía pide cinco años de prisión para el extesorero del PP, actualmente cumpliendo condena por Gürtel, y 18 meses para Páez.

Junto a ellos se sentarán en el banquillo los responsables de Unifica, empresa que se encargó de la reforma, Gonzalo Urquijo, Belén García y Laura Montero, para quienes la Fiscalía pide 3 años de cárcel.

Los acusados son menores, por tanto, pero si Bárcenas efectivamente cumpliera su anuncio el testimonio puede acabar salpicando a todas las cúpulas del PP desde los 80.