Con el precedente que supuso el éxito de la fase final de la Liga ACB disputada en la burbuja de Valencia en junio, la Liga ACB volverá a extremar las precauciones para evitar contagios de covid-19 de cara a la Copa. Se harán test PCR a los jugadores antes y durante del torneo y se ha establecido un exhaustivo protocolo que contempla que si en una plantilla se detectan uno o dos positivos, se apartará a los jugadores afectados y se podrá jugar el partido.
Los clubes de la Liga ACB, reunidos el pasado viernes, aclararon en el caso de que algún equipo se vea afectado por un brote del covid-19, ante la imposibilidad de aplazar los encuentros. Si hay positivos aislados, los equipos participarán sin esos jugadores.
Pero si hay un brote y este se produce antes del inicio del torneo, el siguiente clasificado cuando se decidió el corte –el pasado 10 de enero y según el criterio de porcentaje de victorias– sustituiría al club afectado. El UCAM Murcia es el primero de la lista, el primer reserva, si se puede llamar así, y el Baxi Manresa, el segundo. Después iría el Morabanc Andorra.
Si el contagio generalizado se detecta con el torneo ya empezado, el equipo afectado no podrá presentarse y el partido se le dará por perdido.
La emoción está servida en una Copa marcada por la pandemia y huérfana de aficionados en las gradas, pero que podrá verse en 115 países y territorios de cuatro continentes.