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Bruselas

La Comisión Europea plantea mantener suspendido el control del déficit también en 2022

Desde que hace un año la pandemia de covid-19 obligase a levantar las rigurosas normas comunitarias sobre el control del déficit y la deuda de los Estados miembros, Bruselas ha optado por un discurso de prudencia: «Mejor errar por hacer demasiado que por hacer muy poco».

De izquierda a derecha, los comisarios europeos de Comercio, Valdis Dombrovskis, y de Economía, Paolo Gentiloni. (Olivier HOSLET/AFP)
De izquierda a derecha, los comisarios europeos de Comercio, Valdis Dombrovskis, y de Economía, Paolo Gentiloni. (Olivier HOSLET/AFP)

La Comisión Europea apuesta por mantener activada también durante 2022 la cláusula de salvaguarda de las normas de disciplina fiscal de la UE, que de facto congela el control del déficit y la deuda para permitir que los Estados miembros sigan gastando lo necesario para paliar el impacto de la pandemia del coronavirus.

El Ejecutivo comunitario ha publicado este miércoles una serie de orientaciones sobre el rumbo que debería tomar la política fiscal de los Veintisiete en los próximos meses. En ellas, aboga por que los gobiernos mantengan las ayudas a sus economías este año y el próximo.

«Nuestro mensaje claro es que el apoyo fiscal debería continuar tanto tiempo como sea necesario. Basándonos en nuestras indicaciones actuales, la cláusula de salvaguarda debería seguir activa en 2022 y ser desactivada en 2023», ha señalado el vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis.

En marzo del año pasado, la Comisión activó por primera vez en su historia esta cláusula, que permite a los Estados desviarse temporalmente de las metas de déficit y deuda que exigen las normas para que presten un ingente apoyo fiscal, es decir, con medidas de gasto público, como subsidios, o de reducción de impuestos.

Nueva evaluación general

Aunque la decisión definitiva no se tomará hasta que se publiquen nuevas previsiones económicas a principios de mayo y tras consultar con los Estados, la Comisión ha avanzado hoy que esta decisión dependerá de una evaluación del estado general de la economía.

Y el criterio clave sería la comparación del nivel de actividad económica logrado con respecto al nivel previo a la pandemia, a finales de 2019.

Según las últimas proyecciones de Bruselas, la economía comunitaria no recuperará estas cotas hasta mediados de 2022, y no en todos los Estados, de ahí que se apueste por mantener suspendidas las normas el ejercicio próximo.

La Comisión avanza además que, una vez se reactiven, se tendrá en cuenta la situación específica de cada economía, de modo que si un Estado no ha recuperado su nivel de actividad previo a la crisis, «se usará toda la flexibilidad dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento» al fijar su senda fiscal.

Pese a que la vacunación arroja cierta esperanza en el horizonte de la economía europea, las nuevas variantes de covid-19 y las persistentes restricciones suponen un riesgo para una recuperación que se espera comience en el segundo trimestre.

Evitar la retirada prematura

En este contexto, Bruselas insiste en evitar una retirada prematura de las ayudas. «Está claro que en 2022 el apoyo fiscal aún será necesario: mejor errar por hacer demasiado que por hacer muy poco», ha insistido el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.

Una vez que la situación sanitaria mejore, la Comisión llama a transitar gradualmente hacia un apoyo más específico y enfocado en la recuperación, que tenga la sostenibilidad fiscal a medio plazo y el impacto del fondo de recuperación europeo.

Recuerda que los 312.500 millones de euros en subvenciones que concederá permitirán a gobiernos dar un apoyo «sustancial» a sus economías sin aumentar el déficit y la deuda estatales.

Y subraya que los gobiernos deberían usarlo para complementar inversiones adicionales «productivas y de alta calidad», que deberían impulsar el crecimiento «en particular cuando se combinan con reformas estructurales».