La medida clave del texto que debatirán este lunes los legisladores franceses es la fijación de un umbral de consentimiento sexual que el texto fija en 15 años. Pero incluye también  medidas nuevas en relación a la «violación incestuosa» o la prórroga del plazo de prescripción.

El texto impulsado por la representante centrista Annick Billon fue aprobado en enero por unanimidad en el Senado, pero ha sido objeto de cambios relevantes a su paso por la comisión de la Asamblea Nacional, donde se ha decidido elevar la edad de consentimiento sexual de 13 a 15 años de edad.

Por debajo de esa edad no hay relaciones consentidas entre adulto y menor. Así, toda relación sexual que se produzca antes de esa edad, aunque no se constante coacción o amenaza expresa, será considerada delito.

Según el texto será considerado como violación «todo acto de penetración, de cualquier naturaleza, o todo acto bucogenital cometido por una persona adulta sobre una persona menor de 15 años, incluso aunque esos actos no hayan sido impuestos al menor con violencia, amenaza o por sorpresa».

Las penas que se contemplan en el texto van hasta los 20 años de reclusión, concurra o no el supuesto de incesto.

Mientras, el delito de «agresión sexual», entendido como «todo acto sexual que no implique violación cometida por un adulo sobre un menor de 15 años», será penado con 10 años de prisión y 150.000 euros de multa.

La ‘cláusula Romeo y Julieta’

El proyecto de ley incluye una cláusula llamada 'Romeo y Julieta' para excluir como delito «los amores adolescentes». No prevé que se aplique sanción «cuando la diferencia de edad entre el adulto y el menor de 15 años no excede los cinco años».

La cláusula no podrá alegarse en caso de violación o agresión sexual.

La nueva norma mantendrá el plazo de prescripción del delito de violación cometido sobre menor, que ya fue ampliado de 20 a 30 años con la reforma de 2018.

Sin embargo, ofrecerá a la víctima la posibilidad de prolongar ese plazo «cuando, antes de expirar el plazo de prescripción de ese delito, el autor de los hechos cometa una nueva violación sobre la persona menor». Esa cláusula se conoce como prescripción reforzada.

Finalmente, los jueces podrán aplicar a las personas condenadas por imponer releaciones sexuales a menores de 15 años a la pena complementaria de prohibición de ejercicio de actividades profesionales o labores de voluntariado «que impliquen un contacto habitual con menores».

Se tratará de una sanción que, de promulgarse, regirá de modo permanente, y que solo podrá ser levantada por una posterior decisión motivada por un tribunal.

Se libera la palabra

El debate sobre el reforzamiento de las medidas legales de protección a menores se produce en un contexto polémico, marcado por un informe sobre abusos a menores en el seno de la Iglesia católica francesa, pero también por la denuncia pública de casos de incesto que se atribuyen a personas con relevancia pública.

Es el caso de la denuncia hecha a través de un libro por Camille Kouchner en el que la jurista acusa a su padrastro, el conocido politólogo Olivier Duhamel, de abusar sexualmente de su hermano mellizo, Antoine, cuando este tenía 14 años.