El alcalde de Donostia ha explicado este martes que la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo rechazó el pasado 11 de marzo a admisión a trámite de un recurso presentado por la empresa Sade, propietaria del edificio del Bellas Artes, sobre las vinculaciones singulares del inmueble, por las que reclamaba más de 13 millones de euros al Consistorio.

Eneko Goia ha indicado que esta «buena noticia» es «un motivo de tranquilidad» que pone fin al pleito judicial entre ambas partes. El origen del enfrentamiento está en que los planes de Sade para convertir el antiguo cine en un establecimiento hotelero se topaban con el grado de protección del edificio, que no permitía retocar o derribar determinados elementos, principalmente de la fachada.

Ante esa situación, Sade optó por acudir a la vía judicial al tiempo que dejaba abandonado el edificio, que tuvo que ser recubierto con una malla protectora para evitar derrumbes y posibles accidentes.

Conversaciones desde «hace unos meses»

Goia ha indicado que «hace unos meses» ambas partes retomaron las conversaciones y que Sade se ha comprometido a elaborar «un proyecto de rehabilitación que cumpla y respete escrupulosamente las determinaciones» establecidas por el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido (PEPPUC).

«Me consta que están trabajando en ello intensamente. Lo que me gustaría es que este conflicto, que dura largos años y tiene como consecuencia un edificio en paupérrimo estado, vea su fin y en los próximos meses veamos la ejecución del proyecto de rehabilitación», ha indicado.

El alcalde ha recordado que la parcela está calificada para «uso terciario» y no residencial, por lo que no podrá albergar viviendas. Dicha calificación admite por ejemplo un establecimiento hotelero, oficinas o apartamentos del tipo turístico o de alquiler temporal, es decir, vinculados a una actividad económica pero no a residentes estables.