A pesar de seguir bajo los efectos devastadores de la pandemia del coronavirus –con ausencia tan destacadas como los «Blue Devis» de Duke por este motivo–, la tradicional «March Madness» de la NCAA se ha comenzado a vivir en el baloncesto universitario al conocerse este fin de semana el calendario oficial de los 68 equipos que lucharan por el título del basket universitario estadounidense con los equipos de Gonzaga, Baylor, Illinois y Michigan como cabezas de serie.

Los Bulldogs de Gonzaga, que llegan invictos al torneo y campeones de la Conferencia de la Costa Oeste, han salido también elegidos como el número del torneo. Los Bulldogs jugarán contra el ganador del enfrentamiento de «First Four» entre Norfolk State y Appalachian State que buscan una de las cuatro últimas plazas del cuadro principal que faltan por rellenar.

Gonzaga, aunque ha recibido algunas críticas por su defensa y problemas de faltas, ha mostrado que son intocables cuando alcanzan sus mejor nivel ofensivo.

Los Bulldogs se han convertido en el quinto equipo en ingresar al torneo invicto desde la temporada perfecta de Indiana en 1975/76 después de haber estado toda número uno, algo que ocurrió por última vez en la del 2014/15 con Kentucky.

Los Wolverines de Michigan llegan como número uno en la región Este, donde si avanzan podrían encontrarse con las Hoyas de Georgetown –que ahora dirige el legendario expívot Patrick Ewing, quien antes de llegar a la NBA le dio un título nacional a Georgetown–. Si llegan a la Final Four, la semifinal sería ante los Bulldogs.

Si la llegada de las Hoyas generó cierta sorpresa, comenzaron a jugar su mejor baloncesto en las finales de conferencia, la mayor de todas ha sido la presencia del entrenador Rick Pitino.

El veterano técnico, expulsado en Louisville tras un sórdido escándalo de reclutamiento que envolvió el programa durante años, llevó a su nuevo equipo, Iona, desde ser el noveno cabeza de serie en el torneo Metro Atlantic Athletic Conference hasta el título y la entrada automática a la «March Madness».

Los Gaels, como cabezas de serie número 15, abrirán la competición el sábado contra Alabama Crimson Tide, que son segundos dentro de la región Este.

Iona jugó solo 13 partidos de temporada regular debido a preocupaciones de la covid-19 que dejaron fuera a los Gaels durante semanas por lo que nadie esperaba su llegada al torneo nacional.

Los Bears de Baylor, con los mejores tiradores desde fuera del perímetro y una gran defensa, encabezan la región Sur y al igual que los Bulldogs tienen pocos fallos en su juego, y son favoritos a alcanzar la Final Four si no se encuentran antes con un rival que haga una gran defensa y les limite la baza de los triples.

Mientras que Illinois Fighting Illini encabeza la Regional Medioeste y cuenta con uno de los dúos más temido del baloncesto universitario como son el base Ayo Dosunmu y el pívot Koki Cockburn, que les han permitido tener una marca de 12-1.

Protocolo de competición

Aunque el fantasma de la covid-19 está presente con varios equipos que tienen a jugadores contagiados y les impidieron durante el fin de semana disputar partidos de finales de conferencia, el presidente del comité de selección de la NCAA, Mitch Barnhart, ha dicho que todo está «en orden» para «garantizar los protocolos» que permita que los equipos puedan llegar al torneo y competir.

«Estamos seguros en este punto de que avanzamos para comenzar el jueves con un campo completo de 68 equipos», ha subrayado Barnhart.

La competición de todo el torneo se disputará en el estado de Indiana con la sede principal establecida en Indianápolis y el resto en áreas circundantes, donde se jugarán los partidos de la primera ronda programados para el viernes y sábado de esta semana.

También se disputarán los «First Four», los cuatro partidos con los ocho equipos que definan a los cuatro últimos clasificados para cerrar el cuadro principal, que se jugarán este jueves, día 18.

Los organizadores han establecido seis campos diferentes donde se van a disputar los partidos, entre los que se encuentran el Bankers Life Fiieldhouse, propiedad de los Indiana Pacers, y el Lucas Oil Stadium, de los Indianapolis Colts, dentro del cual se han montado dos campos de baloncesto.

El Lucas Oil Stadium ha sido la sede elegida para que dispute el próximo 5 de abril la gran final que defina al nuevo campeón del baloncesto universitario.

Público en las gradas

Por otro lado, la NCAA también permitirá un número limitado de aficionados para el torneo masculino en cada ronda. Concretamente habrá un 25% de capacidad en cada campo con distanciamiento social.

«La capacidad del evento incluirá a todos los participantes, el personal esencial y los miembros de la familia de los estudiantes-atletas y entrenadores de cada equipo participante y un número reducido de aficionados», ha informado la NCAA.

La máxima organización del deporte universitario estadounidense también ha determinado que «todos los asistentes deben usar máscaras y mantener la distancia física durante el evento. y las medidas de seguridad serán una prioridad en todos los lugares, sin excepción».