La consejera de Salud de la CAV, Gotzone Sagardui, ha advertido de que, «probablemente, tras la ralentización progresiva en los descensos de las tasas de incidencia acumulada, podríamos decir que estamos en estos momentos llegando a 'un fondo de valle'». Ha aseverado que todo apunta «al inicio de un cambio de tendencia, aunque debemos esperar a lo que ocurra a lo largo de esta semana».

Así lo ha indicado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrado en Gasteiz, donde ha insistido en que el objetivo es situar la incidencia acumulada en 60 casos por 100.000 habitantes, una meta de la que «estamos lejos».

«Por ello sigue siendo necesario seguir aplicando y cumpliendo todas las medidas preventivas», ha añadido, y ha remarcado que «cuantos menos contactos menos transmisión del virus, menos casos positivos, menos presión asistencial y menos muertes».

En este sentido, ha solicitado la colaboración de la ciudadanía para facilitar el trabajo de la red de vigilancia y rastreo, y ha inidcado que «cuando tengamos síntomas asociados al covid-19 debemos quedarnos en casa y llamar a nuestro centro de salud. Y algo muy importante, debemos ayudar a identificar a todos los contactos estrechos para que los equipos de rastreo se pongan en contacto con ellos lo antes posible, porque estamos atisbando un cansancio a la hora de comunicar los datos». No es un aviso nuevo, pero sí que se remarca ahora al llegar a este atisbo de «fondo de valle».

«No debemos perder el miedo al virus, porque el tiempo nos ha demostrado que la identificación y seguimiento de la cadena de contactos ha resultado ser clave para el control del virus. Y la red no penaliza, la red lo que pretende es contar la cadena de transmisión, y para eso es necesario que declaremos todos los eventos, aunque no hayamos cumplido estrictamente las normas», ha añadido, y ha alertado de que «cada contacto que se quede fuera es un riesgo para el conjunto de la población. Es una cuestión de solidaridad».