El ministro francés de Salud, Olivier Véran, eligió ‘Brut’, un canal con un número importante de seguidores jóvenes, testado ya con anterioridad por el propio Emmanuel Macron, para a anunciar la llegada, el 12 de abril, de los autotest a las farmacias.
El argumento-estrella: todas las herramientas son pocas a la hora de mejorar la detección de la covid-19.
La rápida extensión de la variante británica, predominante en un 89,6% de los positivos detectados en el departamento que incluye a Ipar Euskal Herria, según los datos relativos a la semana comprendida entre el 28 de marzo y el 3 de abril, hace si cabe más importante mejorar la detección de los casos de covid-19, de cara a romper la cadena de transmisión.
El pasado 16 de marzo, la Alta Autoridad de Salud (HAS) dio su visto bueno a los autotest, aunque dejando claro desde el principio de que se trata de una herramienta suplementaria, que en ningún caso sirve para sustituir a las pruebas de laboratorio en la detección de la covid-19.
Los autotest deben permitir acceder a las pruebas diagnósticas a públicos que, bien por estar alejados de los establecimientos en que se practican pruebas como PCR o antígenos, bien por su situación social o por su edad «no se hacen test de forma más o menos regular».
Olivier Véran citaba expresamente a personas en situación de precariedad y a los jóvenes. Si bien la crisis sanitaria ha tenido la nefasta consecuencia de unir en una sola categoría social al público de menos edad y al que tiene menos oportunidades en materia de acceso a un trabajo o a una vivienda.
Para mayores de 15 años de edad
Primera limitación del nuevo test: su uso se recomienda a personas mayores de 15 años de edad. Un hándicap de cara a su uso por familias a las que podría ayudar a disipar dudas, sin ir más lejos, cuando los chavales tienen un pequeño malestar o afloran casos en centros escolares o actividades extraescolares.
Y una aclaración de partida. No se trata de una prueba salivar. El test a base de saliva ya ha venido siendo utilizado en el Estado francés, de forma más propagandística que exhaustiva, en las escuelas, justo en las semanas previas al cierre de los centros en todo el Hexágono, a causa de la explosión de cifras de cierres de aulas en la región parisina.
Hoy que los alumnos han vuelto a las clases desde casa, desertando de las aulas durante 3-4 semanas, todavía no se ha hecho balance oficial de esos testados.
Cabe recordar que el Ministerio de Educación se prestó al uso de esos test, que permitían ofrecer la imagen positiva asociada a unos cribados poco dolorosos en los patios –en plena crisis por la falta de profesorado para sustituir a enseñantes enfermos– pese a que su eficacia no estaba avalada por el HAS, que sí ha dado luz verde a los autotest.
Confirmar en laboratorio el positivo
El test que llegará a las farmacias de Ipar Euskal Herria en unos días es una versión casera de las pruebas RT-PCR o antígenos. Se realiza tomando una muestra nasal, que es menos desagradable, y por tanto más asequible a la realización individual, porque solo hay que introducir el bastoncillo entre 3 y 4 centímetros en la nariz. Después se coloca esa muestra en un reactivo y el resultado aparece en unos 20 minutos.
El HAS indica con claridad que, como ocurre con las pruebas de embarazo, de darse un resultado positivo en el autotest se debe de recurrir a una posterior prueba de confirmación, ya realizada en laboratorio.
Según insiste el Ministerio de Sanidad, el test casero es «una herramienta más, pero no una herramienta para todos los usos».
De ahí que se recomiende a las personas que presenten síntomos o a las que hayan estado en contacto con una personas testada positiva que sigan recurriendo a las pruebas de PCR o antígenos, como hasta ahora.
Hay que saber además que esas pruebas son gratuitas en el Estado francés, y por lo tanto en el norte de Euskal Herria. Lo mismo ocurrirá con el autotest nasal, cuyo costo será reembolsado por la Seguridad Social.
A más uso, más eficacia
Los test caseros tienen menor fiabilidad que los PCR (98% de eficacia atribuida). Algunos estudios les asignan una eficacia del 80% en personas con síntomas y de en torno al 60% en las asintomáticas.
Ese sería el primer hándicap para una prueba que es previsible que sea usada por un público que quiere tener una cierta garantía de no estar contaminado por haber practicado o tener intención de llevar a cabo actividades susceptibles de aumentar el riesgo de contagio.
El ejemplo tipo sería la persona que tras particular en una actividad de ocio en la que se relajan las medidas barrera quiere acudir a visitar a un familiar de edad. Otro sería el uso previo a viajes o a desplazamientos o encuentros ligados a actividades profesionales.
Segundo interrogante: ¿Cómo se garantizará que se trazan los casos? Hasta ahora se había aludido globalmente a la responsabilidad del usuario a la hora de comunicar el positivo a los servicios sanitarios. Para facilitar las cosas, el Ministerio de Sanidad anuncia ahora que baraja que ciertos test lleven incorporado un códico QR para facilitar y dar más rapidez a esa alerta a los responsables sanitarios.
Desde la HAS se sostiene que estamos ante unos test que se han demostrado como un sistema eficaz en países como Alemania, Suiza o Gran Bretaña, país este último que ha anunciado ya una distribución gratuita.
«Estas pruebas con ser menos fiables pero al ser muy bien aceptadas por la población se convierten en un buen aliado ya que son rápidas y ayudan a romper las cadenas de transmisión» explica ese órgano integrado por expertos médico-científicos que remarca que el hándicap de la menor fiabilidad de ese test se compensa con «el recurso regular del usuario al uso de esa prueba».
No se venderá en supermercados
En el Estado francés, el test se podrá adquirir solo en farmacias, a pesar de que los grandes centros comerciales han librado una intensa labor de lobby para poder vender el mismo en sus establecimientos.
Esos autotest sí pueden ser comprados en lotes de cinco a un precio medio de 25 euros en las grandes superficies de países europeos que han validado antes la comercialización de esas pruebas.
La orden de farmacéuticos ha saludado la limitación adoptada en el Estado francés que, en todo caso, puede parecer un tanto simbólica a la vista de la progresión del comercio online durante la presente pandemia.
Situación pandémica en Ipar Euskal Herria
Las farmacias de Ipar Euskal Herria, que ya realizan pruebas de PCR o antígenos, dispensarán a partir de la semana próxima los autotest. Sin obviar la importancia de mantener las medidas de prevención, esos test caseros se anuncian como otra herramienta para ayudar a frenar una epidemia que, en cifras muy inferiores a otros territorios del Hexágono, progresa también en Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi.
Olvidadas las alentadoras cotas de 50 casos por 100.000 habitantes que arrojaban las tasas acumuladas a siete días a mediados de febrero, las cifras difundidas ayer por la Agencia Regional de salud (ARS) de Nueva Aquitania marcaban 111,2 casos por 100.000 habitantes en el departamento de Pirineos Atlánticos.
La tasa de positividad se sitúa en el 2,8 en el departameno, en cuyos hospitales hay actualmente 80 pacientes aquejados de covid-19, de ellos 15 en servicios de reanimación.
Por lo que afecta a la vacunación. 122.779 personas han recibido la primera dosis de la vacuna mientras que 40.270 han recibido las dos inyecciones.
En residencias, más del 98% de los residentes han recibido al menos una dosis de la vacuna y el 75,6% las dos dosis.