Iñigo Garcia Odiaga
Arquitecto

El edificio cartel

En 1972 Robert Venturi y Denise Scott Brown publicaban el libro ‘Aprendiendo de Las Vegas’, uno de los textos más controvertidos e influyentes del final de siglo pasado. En ese ensayo se incluía un pequeño dibujo tremendamente provocador titulado ‘Recomendaciones para un monumento’, donde un edificio prismático y anodino parece sujetar un cartel del doble de su propio tamaño donde puede leerse ‘I am a Monument’, –Soy un monumento–. Un cartel que reclama para el edificio su condición contemporánea, monumental, así como pública, sin necesidad de construir una arquitectura llamativa o singular, únicamente gracias a un mensaje, a una información escrita en una pantalla.

El nuevo museo M+, inaugurado en el distrito cultural West Kowloon de Hong Kong y proyectado por el estudio suizo de Herzog & de Meuron, parece hacer gala de esta estrategia propuesta por Venturi hace ya más de 50 años. Ubicado en el paseo marítimo del puerto de Victoria, el edificio M+ se encuentra en un terreno ganado al mar; y es atravesado en su subsuelo por un túnel ferroviario que alberga la conexión ferroviaria de la ciudad con el aeropuerto, lo que define aún más la especificidad de este lugar artificial.

La imponente forma arquitectónica del proyecto consiste en dos volúmenes prismáticos monumentales, uno horizontal y otro vertical, un podio expansivo y una torre sorprendentemente delgada, que reflejan la relectura de los arquitectos del paisaje arquitectónico de Hong Kong y su sensibilidad a las condiciones urbanas locales. Si bien la condición de este lugar presenta un desafío para el diseño y la construcción, esta complejidad se ha convertido también en un punto de partida para el edificio M+. De este modo, la inevitable excavación alrededor de los túneles ferroviarios subterráneos produce un ‘espacio encontrado’ que proporciona un ancla para el edificio, y el sitio donde se albergan sus instalaciones y almacenes.

El nuevo M+ es un museo dedicado a coleccionar, exhibir e interpretar el arte visual, el diseño y la arquitectura, así como la imagen en movimiento y la cultura visual de los siglos XX y XXI. Flotando sobre ese paisaje industrial y la plataforma de entrada, el volumen horizontal alberga los espacios de exhibición dispuestos alrededor de una plaza central. Un pozo de luz dentro del edificio, que conecta los pisos del sótano, la planta baja y el nivel del podio, al tiempo que ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva de la arquitectura y una lectura clara de los diferentes niveles. Mientras, la torre vertical contiene instalaciones de investigación, estudios para artistas en residencia y las oficinas del centro. Frente al paseo marítimo de Hong Kong, la fachada de esta torre se presenta como un gran cartel. Dotada con iluminación LED integrada, la fachada se convierte en una pantalla titánica, que activa el edificio como un televisor a escala de la ciudad, estableciendo a M+ como parte del dinámico horizonte del puerto. Este cartel pensado para la visualización del contenido visual expuesto en el propio museo, hace una contribución distintiva al vibrante ambiente nocturno de la ciudad, que permite que esta nueva arquitectura adopte el rol de un monumento contemporáneo.

Más que un museo. El podio y la torre quedan unidos por una misma estructura de hormigón, revestida con baldosas de cerámica esmaltada oscura, que reflejan las condiciones cambiantes de la luz y el clima, mientras se diferencia de los omnipresentes rascacielos de vidrio y acero cercanos, magnificando la rotundidad de la abstracción del conjunto. Esta piel en constante cambio, con una cualidad superficial rica y elaborada, proporciona además una solución constructiva que ayudará a proteger el edificio de los efectos corrosivos a largo plazo, del calor, la humedad y el viento característicos de la región.

Estos días los 65.000 metros cuadrados del espacio del museo están siendo ocupados y preparados para las diferentes exposiciones de la inauguración, al mismo tiempo que se están rematando los 17.000 metros cuadrados de usos diversos que albergan tres cines, una sala de conferencias, un centro de aprendizaje, la tienda del museo, espacios para espectáculos, cafés y una mediateca. Un gran jardín al aire libre en la azotea de la gran pieza horizontal, remata el edificio con unos restaurantes públicos y un salón ubicado en los pisos superiores, que brindan espacios de reunión con vistas al puerto Victoria y con Hong Kong en el horizonte.