La creación de una Superliga europea por parte de algunos de los equipos más potentes del continente ha provocado todo tipo de reacciones en el resto de equipos y ligas estatales. En el fútbol vasco, Alavés, Osasuna, Eibar y a última hora de este lunes se ha adherido Athletic y Real también se han pronunciado negativamente contra el proyecto de la Superliga, al cual han calificado como «perjudicial para la competitividad», «egoísta» y «elitista».
El Deportivo Alavés ha manifestado que «no comparte este modelo de competición, ya que perjudica a las ligas nacionales y a los Clubes / SAD que las componen, tanto deportiva como económicamente, además de que aumenta las diferencias entre equipos y perjudica, por tanto, su competitividad». Por ello, consideran que «el proyecto de Superliga echa por tierra lo conseguido en los últimos años de cara a igualar y mejorar las competiciones».
Osasuna, por su parte, ha recuperado las palabras que su presidente, Luis Sabalza, pronunció en la asamblea general de socios compromisarios de 2020. Entonces, el presidente rojillo calificó la Superliga como un proyecto «egoísta de una serie de clubes que parece que no están satisfechos con multiplicar por diez el presupuesto de nuestro club». Además, lamentó que la idea surgiera «en un momento de dificultades, cuando los clubes deberíamos estar más unidos que nunca» y vaticinó que la Superliga «irá contra la esencia del fútbol tal y como lo conocemos».
️ Luis Sabalza: "La Superliga europea no es un proyecto ambicioso sino un proyecto egoísta".https://t.co/VazkLl2HGw pic.twitter.com/YVXmwnYINo
— C. A. OSASUNA (@CAOsasuna) April 19, 2021
La SD Eibar ha reproducido el comunicado enviado por la Liga, en el que califica la nueva Superliga como una competición «secesionista y elitista, que ataca los principios de la competitividad abierta y del mérito deportivo que ocupan lo más profundo del ecosistema del fútbol nacional y europeo».
La Real Sociedad, por su parte, considera que «este no es el camino y que se trata de una decisión perjudicial para el fútbol europeo». Asimismo, subraya que «comparte y defiende el modelo actual por el que cualquier club, atendiendo a sus logros deportivos, pueda disputar una competición internacional por méritos propios».
Por último, el Athletic ha expresado su «desacuerdo» con la propuesta de creación de una Superliga por parte de doce clubes europeos «de manera privada y a espaldas de la UEFA», al considerarla «un modelo que amenaza los principios y valores del fútbol» que defiende la entidad bilbaina.
«Para orgullo de nuestra afición, la filosofía del Athletic siempre ha sido competir a través del fútbol de cantera y formación, potenciando y protegiendo el talento local aspirando a defender nuestro escudo en las máximas competiciones mediante la histórica vía de los méritos deportivos», subraya el club rojiblanco.
El Athletic recuerda que «es el tercer club más laureado» de los que componen LaLiga y que «ocupa un lugar señalado en el escalafón entre los que compiten en las grandes ligas europeas».
Asimismo, destaca que forma parte de «las comisiones de cantera» tanto en la UEFA como en la ECA (Asociación de Clubes Europeos) y que «defiende los criterios de control económico y los mecanismos de solidaridad actuales que tratan de velar por un balompié más racional, controlado y sostenible en los costes».
«Todos los clubes de Europa deberían trabajar de forma solidaria para garantizar las estructuras deportivas que nos han permitido crecer y defender los valores de este deporte durante más de un siglo en nuestro continente», concluye el comunicado del Athletic.
No a la Supercopa; sí a la Euroliga
El Alavés ha sido uno de los primeros clubes vascos en pronunciarse contra la creación de la Superliga, aunque el Baskonia, el otro equipo del Grupo Baskonia-Alavés propiedad de Josean Kerejeta, forma parte de la Euroliga. En este caso, se trata de una competición de baloncesto privada, al margen de la FIBA, y semicerrada: la mayoría de los clubes, entre los que se encuentra Saski Baskonia, cuentan con una «licencia A» que les asegura la participación al margen de los resultados en las competiciones domésticas.