Una decena de sus compañeras en el vestuario del Athletic ni siquiera había nacido cuando Vanesa Gimbert viajó a Suecia para disputar la Eurocopa de 1997, el primer gran torneo internacional para el que logró clasificarse la selección española. De las futbolistas, muchas de ellas vascas, que sorprendieron alcanzando las semifinales de aquella Eurocopa, es la única que, 24 años después, sigue en activo.
Este lunes, 19 de abril, cumple 41 años Vanesa Gimbert, cuerpo de futbolista y corazón de alquimista, cuya piedra filosofal consiste en «cuidarse mucho. Cuidar la alimentación, el descanso y el entrenamiento». La futbolista más veterana de Primera; con muchas más historias ya escritas que por escribir sobre el verde, porque incluso para ella el peso del tiempo es inevitable, pero de la que todavía se habla en presente. Porque en su 22ª temporada consecutiva en Primera, su papel no se limita a arengar a las jóvenes en el vestuario: sólo tres de sus compañeras, De la Nava, Moraza y, por muy poquito, Oihane Hernández, han disputado esta temporada más minutos que la centrocampista reconvertida en central. Pese a que una lesión muscular le envió a la enfermería en otoño, cuando era la única rojiblanca que lo había jugado todo, 21 partidos ha disputado ya este curso, todos como titular, la futbolista que, además, celebra su cumpleaños en un momento dulce, tras haber marcado cuatro goles en los tres últimos partidos.
Así que es inevitable hacerse la misma pregunta de todos los años por estas fechas. ¿Seguirá una temporada más? Hace exactamente un año, al ser cuestionada al respecto, reconocía ser «una jugadora que me exijo mucho, no me gusta estar por estar. Si estoy, es porque me veo capaz de aguantar una temporada más y rendir bien». Mes y medio después renovaba su contrato –expirará el próximo 30 de junio–. «La despedida llegará –recordó entonces–. Pero no hoy. Tras dos décadas en la elite, mantengo las mismas ganas e ilusión que el primer día y creo que puedo seguir aportando al equipo». Creía bien, como demuestra su temporada.
Sea cual sea la fecha de su despedida, Gimbert se retirará como la futbolista vasca más longeva –22 temporadas y medio millar de partidos en la elite–, aunque su compañera Erika Vázquez parece dispuesta a discutirle el récord, y también la más laureada. Desde que dio el salto con el Levante, tras comenzar su carrera en el Montilla cordobés, ha pasado por Estudiantes, Sevilla, Rayo y Espanyol hasta llegar al Athletic en 2013. Y en ese recorrido ha conquistado cinco Copas, dos Supercopas y cinco Ligas, la última de ellas en 2016 con la camiseta rojiblanca.
Mientras tanto, sigue compartiendo vestuario con un buen número de futbolistas dos décadas más jóvenes. Aunque la diferencia de edad sólo la nota entre esas cuatro paredes: «Por la música que ponen o cuando una suelta los años que tiene y pienso ¡ostras! ¡pero si le doblo la edad! Pero mientras estoy jugando o entrenando, ni me entero».