La consejera de Desarrollo Rural, Itziar Gómez, se ha reunido este lunes en Caparroso con el alcalde de esta localidad y los de Alesbes y Marcilla, para abordar de forma conjunta la situación de la macrovaquería, sobre la que el departamento extremará la vigilancia para comprobar que se cumple la normativa ambiental.
Tras la ampliación de la explotación concedida a la empresa en cumplimiento de una sentencia judicial, los responsables del departamento han trasladado que van a continuar extremando la vigilancia para el cumplimiento de los requisitos medioambientales exigidos a la empresa. Hace unas semanas, el Ejecutivo informó de que esta explotación tiene 19 expedientes sancionadores abiertos.
En concreto, la Dirección General de Medio Ambiente está diseñando un programa extraordinario de seguimiento del funcionamiento de la actividad, con especial atención a la evaluación de los posibles impactos de la aplicación de digestato, tanto a las aguas superficiales, subterráneas y al suelo como a la biodiversidad.
Dicho programa contendrá una serie de actividades de seguimiento en el lugar de las prácticas que realiza, mediante inspecciones, tanto del personal técnico como del de Guarderío de Medio Ambiente, y la identificación de puntos de control para conocer el impacto real en dichos sistemas, mediante verificaciones y toma de muestras para la determinación analítica de parámetros contaminantes.
Con motivo del Día Mundial del Agua, activistas de Greenpeace «devolvieron mil litros de agua contaminada por nitratos a la macrogranja de Caparroso, de la empresa Valle de Odieta SCL», con el objetivo de denunciar el impacto de este tipo de instalaciones.
Medidas de control
En función del resultado, se determinarán las medidas complementarias de control que pudieran exigirse a los titulares, mediante una hipotética modificación de oficio de la autorización de que disponen.
El citado programa de seguimiento en el que trabaja el departamento se suma a otros requerimientos que Medio Ambiente ya ha impuesto a la empresa para la concesión AAI en cumplimiento de una sentencia judicial.
En concreto, Medio Ambiente ha exigido a la empresa que utilice un sistema de GPS autoguiado en el equipo de reparto del digestato líquido, con programa de trazabilidad gráfica georreferenciada y visualización de datos en PC para los trabajos realizados.
Además, deberá instalar un caudalímetro en el equipo de reparto del digestato líquido, con el fin de medir el volumen y dosis de fracción líquida de digestato aplicado a las parcelas de cultivo.
En tercer lugar, el titular tendrá que llevar un registro donde anotará el tipo de digestato o estiércol utilizado, fecha de aplicación, municipio, polígono, parcela, cultivo, superficie útil, superficie aplicada, cantidad aplicada, dosis de estiércol aplicada, dosis de nitrógeno aplicada y dosis de fósforo aplicada.
El departamento ha recordado también que está trabajando en la modificación de la Ley de Sanidad Animal para limitar en el futuro el tamaño de las explotaciones, y que, mientras tanto, la moratoria recientemente aprobada en el Parlamento impedirá nuevas ampliaciones.