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La Iglesia reconoce 220 denuncias a curas españoles por abusos sexuales a menores desde 2001

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha reconocido que 220 sacerdotes han sido denunciados por abusos sexuales a menores desde 2001. Ha dado a conocer esta cifra días después de que la ministra Jone Belarra censurase el silencio y la complicidad de la Iglesia.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. (Jesús HELLÍN/EP)
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. (Jesús HELLÍN/EP)

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha informado de que 220 sacerdotes han sido denunciados en el Estado español por abusos sexuales a menores desde 2001. Al parecer, 151 casos han sido ya resueltos y 69 siguen abiertos.

Así lo ha anunciado este viernes el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, quien ha anunciado la apertura de un servicio de asesoramiento y ayuda a las oficinas de protección a menores creadas hace un año.

«Es la primera vez que la Congregación para la Doctrina de la Fe da a conocer estos datos. Les habíamos pedido los datos y respondieron el pasado 20 de abril. En su respuesta van estos datos, no tengo más información, ni de lugares, ni de víctimas, sólo de las personas que se han visto denunciadas y les han abierto un proceso», ha explicado Argüello.

En cuanto a las oficinas de atención abiertas en la diócesis, ha explicado que se trata de un servicio de asesoramiento que aspira a ser «un cauce» para la relación con las congregaciones religiosas, la asociaciones civiles que representan a las víctimas de abusos, y con la administración pública y la Fiscalía.

Respuesta a Belarra

Cabe señalar que ha sido precisa la intervención de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que la semana pasada acusó a la Iglesia católica de ser cómplice y ocultar los casos de abusos a menores, para que por fin se hayan conocido estos datos.

En este sentido, Argüello ha reconocido que la Iglesia, «en algún tiempo», ha podido «caminar demasiado despacio» e incluso «mirar para otro lado» y decir que "los trapos sucios se lavan en casa", pero ha calificado de «grave» la acusación de la ministra.

«Para nosotros es doloroso y nos parece injusto que se ponga todo el foco en la Iglesia a la hora de hablar de abusos», ha lamentado el portavoz de los obispos, que ha recordado que se trata de «un verdadero problema social» que afecta a otros ámbitos, como y que el familiar, el educativo y el deportivo.

No obstante, ha aseverado que es un «escándalo» que estos delitos se produzcan en el seno de esta institución eclesiástica.