El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte, Iñaki Arriola, ha reconocido que los plazos de finalización de las obras del TAV «no estaban bien calculados» y ha afirmado que, «al margen de estimaciones», aún no se conoce el coste definitivo que supondrá la llegada de la infraestructura a Bilbo y Gasteiz.
Arriola ha participado este viernes en el Forum Europa. Tribuna Euskadi, donde ha indicado que el tiempo ha demostrado que los plazos de finalización de estaban más planteados «con el corazón que con las posibilidades de ejecución».
Así, ha indicado que «el TAV ha pasado por fases y épocas muy difíciles», en alusión a la crisis económica y las «amenazas de ETA», y ha asegurado que el tratamiento medioambiental «exquisito» también implica «incidencias en el tiempo de ejecución».
En este sentido, ha recordado la afectación que genera la tramitación de los estudios informativos y las autorizaciones medioambientales ya que, «aunque tengas dinero, a veces no puedes acometer la ejecución de las obras».
A su entender, todo ello ha provocado que la integración del TAV en Gasteiz y Bilbo no tenga «plazos definidos como para comprometer un tiempo de ejecución y finalización de los trabajos», que se sitúan en el horizonte de finales de 2026, inicios de 2027.
«El estudio informativo de Bilbao y Vitoria todavía no está acabado, sobre todo por las incidencias de los informes ambientales... suele haber miles de alegaciones que llevan una tramitación larguísima», ha sostenido, para añadir que la integración del TAV en las ciudades es costosa y, a día de hoy, «al margen de estimaciones no sabemos cuánto va a costar».
En este sentido, conviene recordar que en verano de 2019 se anunció que el presupuesto del soterramiento del TAV a su paso por la capital alavesa supera los 872 millones de euros, casi 150 millones más de los previstos en enero. Esta por ver cuál será el coste final.