El Instituto Francés de la Sangre (IFS) ha puesto en marcha un estudio destinado a analizar hasta qué punto los pacientes con el tipo sanguíneo O negativo desarrollan una mayor resistencia ante el covid-19.

Ese organismo llama a los donantes con ese tipo sanguíneo a donar de manera excepcional durante el mes de mayo.

Un 15%, el doble que la media francesa. Esa es la prevalencia del citado grupo sanguíneo entre los habitantes del norte de Euskal Herria. Y a ellos se dirige esa campaña específica de donación, por la que se les invita a acudir preferentemente a la casa del donante de Biarritz, o al establecimiento de recogida de plasma más cercano a su domicilio.

Se trata de contar con reservas suficientes para poder satisfacer la necesidades de los bancos de sangre, más solicitados cara a los meses de verano, pero al tiempo estudiar si, como apuntan algunos estudios de prevalencia genética, esos «donantes universales», cuyos globulos rojos son compatibles con cualquier receptor de una transfusión, desarrollan más resistencia ante el covid-19.

En la emisora FranceBleu Pays Basque el médico hematólogo y especialista en antropobiología, Frédéric Bauduer, adscrito al Hospital de la Costa Vasca (Baiona),
habla sobre esa «singularidad genética territorial».

«Un 15% es un porcentaje a tener en cuenta al ser significativamente superior al de otras poblaciones, incluso a nivel internacional», señala, para concretar que «el grupo O es más frecuente en general en sudoeste francés y el negativo aparece más en ciertos grupos genéticos aislados que suelen coincidir con grupos humanos que no se han mezclado demasiado a lo largo de la historia».

¿Qué explicaría esa prevalencia del grupo O negativo? En primer lugar, según Bauduer, que consagró su tesis doctoral a estudiar esta particularidad, habría que tener en cuenta «a la población originaria, al grupo humano ancestral, que probablemente era ya rico en O negativo» Y a partir de ahí se trata de «estudiar hasta qué punto ha habido una mezcla menor con otras poblaciones».

Antropología y urgencia ante la pandemia

A la vista de esa Euskal Herria que se ve hoy como un territorio de intercambio cultural y como lugar de tránsito «puede parecer una paradoja, pero se piensa que esa particularidad tiene que ver con elementos de naturaleza cultural, que van desde la lengua al derecho sobre la transmisión y conservación de la casa familiar», remarca Bauduer.

Más allá de las consideraciones bioantropológicas, el estudio trata de establecer si esas particularidad genéticas tienen hoy por hoy un papel relevante a la hora de desarrollar defensas frente a ciertas enfermedades.

«No sabemos muy bien el porqué pero sabemos que hay una cierta diferencia en cuanto a resistencia en función del grupo sanguíneo» indica el doctor, de forma que las personas de grupo A o B dispondrían de menos anticuerpos mientras que las del grupo universal que desarrollarían más defensas ante los microbios y también ante el covid-19».

Con justificante

Desde las entidades que apoyan la campaña de donación de sangre en Ipar Euskal Herria se señala, en todo caso, que ese campaña especial desplegada por el ESF no debe hacer olvidar la imperiosa necesidad de garantizar la recogida de plasma de todos los grupos.

Las personas que hayan sido vacunadas pueden donar sin problemas, aunque las que hayan pasado el covid-19 deberán esperar 42 días antes de donar sangre.

Otro elemento a tener en cuenta y que remarca en su web la casa del donante de Biarritz: pese a estar en vigor la limitación de movilidad a un radio de 10 kilómetros desde el domicilio y también una orden de toque de queda que rige desde las 19.00 es posible desplazarse a donar sangre macando en el justificante correspondiente la casilla de «desplazamiento para prestar ayuda a personas que lo necesitan».