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Basque Culinary Center cumple diez años sin grandes celebraciones por la pandemia

El Basque Culinary Center de Donostia (BCC) cumplirá en setiembre de diez años. Según destaca su director, Joxe Mari Aizega, lo hace con sentimientos contrapuestos. Por un lado, con la satisafacción de alcanzar ese aniversario. Por otro, con la contención obligada por la pandemia.

Joxe Mari Aizega, director del Basque Culinary Center. (Jon URBE/FOKU)
Joxe Mari Aizega, director del Basque Culinary Center. (Jon URBE/FOKU)

El Basque Culinary Center de Donostia (BCC) cumplirá en setiembre diez años, un orgullo para el equipo de la primera Facultad en Ciencias Gastronómicas, aunque como asegura su director, Joxe Mari Aizega, «no es el momento para celebraciones grandes» cuando el sector «está sufriendo» a causa de la pandemia.

La covid-19 sitúa a los responsables de este centro universitario y de investigación ante una dualidad en este aniversario, pues por una parte quieren poner en valor el trabajo realizado hasta ahora y por otra tienen que plantearse los actos conmemorativos con contención porque las profesiones vinculadas a la gastronomía se encuentran entre las más damnificadas por las restricciones anticovid.

«Pero sí tenemos la esperanza de que a finales de septiembre podamos celebrarlo un poquito, a la vieja usanza», ha manifestado en una entrevista con Efe el director del BCC.

Recalca que están preocupados «por tantos negocios que lo están pasando mal» y por eso en el Basque Culinary Center se han puesto «en modo ayuda».

«Este año hemos hecho muchísimas actividades gratuitas, de buenas prácticas, de generar contenidos, como el protocolo covid para restaurantes, para tener establecimientos seguros, adaptado ahora con las nuevas recomendaciones. Sabemos que bares, restaurantes y hoteles están sufriendo. Esperemos que las vacunas cojan más velocidad, pero todavía hay que ayudar», ha advertido.

Balance

El balance que hace de esta primera década es magnífico. «Han sido diez años superintensos», señala Aizega sobre la labor desarrollada en el BCC desde su inauguración el 26 de setiembre de 2011.

«Nuestro trabajo es estar pendientes e identificar qué necesita el sector. De hecho hemos nacido del sector», señala Aizega, que con estas palabras recuerda que el centro, dependiente de la Universidad de Mondragón, fue impulsado por algunos de los cocineros que han llevado la cocina vasca a lo más alto.

Como Juan Mari Arzak, Pedro Subijana y Martín Berasategui, que ahora forman parte del Patronato del BCC junto a Andoni Luis Aduriz, Karlos Arguiñano, Hilario Arbelaitz, Eneko Atxa y Diego Guerrero.

De su Consejo Internacional, que preside Joan Roca, son miembros fundadores Ferran Adrià, Michel Bras, René Redzepi, Heston Blumenthal, Alex Atala y Dan Barber, mientras que Gastón Acurio, Massimo Bottura, Enrique Olvera, Trine Hahnemann, Dominique Crenn y Yoshihiro Narisawa son miembros activos.

Todo un firmamento de estrellas Michelin para el BCC, aunque el centro atiende a un universo mucho más amplio.

«La gastronomía en los últimos años ha cambiado mucho. Lo que entendemos hoy por esa palabra y lo que entendíamos hace diez años ha cambiado. Hay muchos contenidos que es preciso comunicar, difundir, hay que entender lo que significan. Hoy, desde la gastronomía, tenemos una mirada más de 360 grados», destaca.

Diversificación

Por ello, el BCC no sólo forma cocineros, sino que prepara a jóvenes de todo el mundo para otras profesiones ligadas al sector mediante estudios de grado y másteres muy diversos, como los de Turismo Gastronómico e Innovación y Gestión de Restaurantes, o el de Comunicación y Periodismo Gastronómico, que se pondrán en marcha el próximo curso.

«Hemos visto en todo que el mundo de la comunicación, del periodismo gastronómico, viene demandando profesionales. Y también que los profesores de escuelas de gastronomía requieren de una educación específica. Podemos contribuir desde nuestra experiencia a formar la nueva generación de profesores en gastronomía», pone como ejemplo el responsable del Basque Culinary Center.

Esa mirada más abierta de la que habla también la hace extensiva al cliente. «Ahora si comemos una buena chuleta en un asador, nos interesa saber de dónde viene el animal, de qué raza es o cómo ha sido criado. Nos preocupan muchas cosas en torno a lo que comemos y no sólo la elaboración culinaria de excelencia», afirma.

«La perspectiva de una gastronomía más amplia, pensando en los retos de la humanidad, como es la salud y la sostenibilidad, todavía tiene mucho recorrido para contar y compartir conocimiento», agrega.

Aizega asegura que en el BCC han entendido que «la gastronomía es un conjunto de muchos sectores, de muchas profesiones». «Llevarlo a la Universidad y al mundo del conocimiento nos abría muchas puertas. Y desde esa comprensión, emprendiendo, innovando, pues hemos hecho cosas que no se habían hecho antes en el mundo y, la verdad, es bonito ver cómo, cuando cuajan, tienen sentido y despiertan interés», subraya.

Destaca que cada mes de setiembre reciben a estudiantes «que siguen teniendo pasión por la gastronomía» y al equipo del BCC le gusta observar que «ya no solo piensan en cocina o alta cocina, sino que tienen una visión más amplia y muchos de ellos quieren ser emprendedores».

«Nuestro reto es convertirlos en profesionales de primer nivel. Creo que hay futuro y hay generaciones de talento joven con pasión por la gastronomía», enfatiza