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San Francisco

Estados Unidos no planea «de momento» derribar el cohete chino que orbita sin control

El vehículo de lanzamiento Larga Marcha 5B que ahora gira sin control en el espacio caerá sobre la superficie terrestre hacia la medianoche del sábado al domingo. Lo que todavía no se sabe es en qué punto exacto impactará, de ahí que se siga especulando sobre si es posible ‘derribarlo’ con un misil.

El Larga Marcha 5B despegó del Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, en el sur de China, el pasado 29 de abril. (AFP)
El Larga Marcha 5B despegó del Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, en el sur de China, el pasado 29 de abril. (AFP)

Estados Unidos no tiene planes para destruir el cohete chino Larga Marcha 5B que gira alrededor de la Tierra sin control a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora, según ha afirmado este viernes el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.

«De momento, no tenemos planes de derribar el cohete. Esperamos que impacte en un lugar en el que no dañe a nadie, como el océano u otro sitio similar», ha comentado en rueda de prensa.

La última previsión es que entre en la atmósfera a las 23:59 GMT del sábado (una hora más en Euskal Herria), con un margen de error de más o menos 7 horas y 45 minutos, aunque las estimaciones más certeras solo podrán hacerse unas pocas horas antes del reingreso.

Al ser preguntado sobre si EEUU tiene capacidad técnica para derribar el cohete en caso de que sea necesario, Austin ha respondido que pueden «hacer muchas cosas», pero ha insistido en que de momento no hay planes con respecto al cohete.

Al mismo tiempo, lanzó una crítica velada a China, al apuntar que quienes operan en el espacio tienen el deber de hacerlo «de manera segura y meditada».

Podría caer en el Atlántico

El Larga Marcha 5B, que fue utilizado la pasada semana por China para lanzar al espacio el módulo central de su futura estación espacial Tianhe, tiene una masa estimada que oscila entre las 17 y las 21 toneladas, y un tamaño de unos 30 metros, lo que lo convierte en uno de los mayores trozos de escombros espaciales en regresar a la atmósfera, de ahí su vigilancia continuada.

De acuerdo con las últimas previsiones, los restos del cohete que podrían caer a la superficie terrestre lo harían en algún punto entre los paralelos 41 norte y sur, con la mayor de las probabilidades en el océano Atlántico, seguido del Pacífico y del Índico.