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Dimite la canciller de Colombia, Claudia Blum, en medio de la crisis social que vive el país

La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Claudia Blum, ha presentado al presidente, Iván Duque, su carta de renuncia en momentos en que el país está inmerso en una de las mayores crisis sociales y políticas de las últimas décadas.

La ya exministra de Exteriores de Colombia, Claudia Blum, en una imagen de archivo. (Daniel MUÑOZ/AFP)
La ya exministra de Exteriores de Colombia, Claudia Blum, en una imagen de archivo. (Daniel MUÑOZ/AFP)

«Por medio de la presente, quiero de la manera más respetuosa presentar a Usted mi renuncia irrevocable al cargo de Ministra de Relaciones Exteriores, efectiva de manera inmediata», se lee en la carta, fechada el 11 de mayo, pero hecha pública este jueves.

Colombia lleva inmersa desde el 28 de abril en multitudinarias protestas ciudadanas que comenzaron como rechazo por la ya extinta reforma tributaria que quería aprobar el Gobierno, pero que ahora congrega otras reivindicaciones, como la reforma de la Policía, que se detenga el intento de reformar la salud, o incluso la renuncia de presidente.

Blum, que estaba en el cargo desde noviembre de 2019, cuando sucedió a Carlos Holmes Trujillo, fallecido en enero de ese año, no ha dado las razones de su dimisión, sobre la que se que estaba especulándose desde este pasado fin de semana.

«Estoy segura de que, bajo su liderazgo, el país continuará en la senda del desarrollo sostenible, en la recuperación social y económica frente a los efectos de la pandemia, y en la consolidación de los consensos que ratifiquen la unidad y la fortaleza de nuestra nación», ha expresado Blum en su misiva.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ha tenido que hacer frente a las múltiples críticas y llamadas de atención de las dos últimas semanas por parte de organismos internacionales, la ONU y numerosos países sobre la brutalidad policial.

Excesos policiales

Se han producido denuncias de uso desmedido de la fuerza por parte de la Policía y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en las protestas, sobre todo en Cali, epicentro de las protestas y tercera ciudad más importante del país.

La Defensoría del Pueblo ha recibido reportes de que 42 personas (41 civiles y un policía) han muerto en las dos semanas de paro, y que sigue buscando a otras 168.

Según los registros de la ONG Temblores, dedicada a vigilar la violencia policial, durante las protestas se han producido 40 casos de víctimas de «violencia homicida» por parte de la fuerza pública y al menos 1.956 casos de violencia física, que incluyen 28 agresiones oculares, así como 12 casos de violencia sexual.

La canciller es el segundo ministro que pierde el presidente Duque en esta crisis, ya que el pasado 3 de mayo renunció el titular de Hacienda, Alberto Carrasquilla, señalado como el villano de esta crisis por ser el padre de la fracasada reforma tributaria.

El Gobierno no se ha pronunciado sobre la renuncia de la canciller Blum ni ha indicado quién será su sucesor.

Entretanto en Euskal Herria, el Movimiento Colombia Aurrera ha pedido públicamente al Gobierno de Nafarroa, Ayuntamiento de Iruñea y, en general, a la sociedad navarra que muestren su rechazo a la «brutal represión» que sufre el pueblo de ese país a manos del presidente Iván Duque.

El ELN, por un diálogo sin imposiciones

Por otra parte, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha anunciado también este jueves que está dispuesta a reanudar los estancados diálogos de paz con el Gobierno colombiano, pero ha insistido en que no acepta imposiciones ni condiciones unilaterales sobre las que no existe acuerdo alguno.

«(El presidente Iván) Duque debe dejar de ilusionarse. Si quiere dialogar con el ELN con mucho gusto se le atiende, pero sin imposiciones, es algo elemental que todo el mundo sabe», afirma en una carta el Comando Central de la guerrilla.

En este sentido, el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, ha tratado de justificarse diciendo que «ha articulado un espacio indirecto de aproximación y exploración», en el que participaron la Santa Sede y la ONU, aunque ninguna de las iniciativas implica un diálogo directo entre miembros del ELN y representantes del Gobierno.

Sin embargo, el ELN considera que la disposición del Gobierno es «en esencia una cortina de humo para ocultar su incapacidad de adelantar un diálogo con las comunidades que protestan para buscar soluciones a sus necesidades».

«El Gobierno de Duque por medio de Miguel Ceballos ha enviado un falso mensaje dando a entender que está dispuesto a establecer diálogos con el ELN», añade la guerrilla.

Insiste además en que «si el Gobierno no es capaz de dialogar con la población movilizada en las calles, menos podrá hacerlo con el ELN alzado en armas; sin embargo, nuestra delegación está en La Habana dispuesta a atenderlo».

El ELN inició en febrero de 2017 en Quito negociaciones de paz con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana donde la última ronda de diálogo concluyó sin avances a principios de agosto de ese mismo año.