La Junta Municipal del PNV en Mundaka notificó en setiembre de 2020 a Mikel Bilbao la decisión de expulsarle del equipo y la consiguiente presentación de una moción de censura debido a la «falta de sintonía» a la hora de gestionar y llevar a cabo el programa con el que los jeltzales se presentaron a las elecciones municipales de 2019.
La moción de censura, presentada el 16 de setiembre, quedó en suspenso tras el informe contrario emitido por el secretario municipal, que fue recurrido por el PNV. El juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Bilbo falló a su favor, avalando la legalidad del proceso.
Ante este fallo, el regidor apeló, en nombre del Ayuntamiento, ante el TSJPV que, en su sentencia, ha desestimado su petición. El señala que «los firmantes de la moción de censura –cinco ediles– han pertenecido, desde el principio de la legislatura, al grupo municipal del PNV», mientras que es el alcalde el que ha abandonado ese grupo como consecuencia de «una expulsión disciplinaria».
Esta decisión se adoptó «ante comportamientos de Mikel Bilbao que el partido político entendió que eran poco leales. Tales comportamientos habrían llevado a la apertura de un procedimiento que siguió las normas fijadas por el partido y que, como ya hemos visto, concluyó con la expulsión del afectado».
Según subraya la sentencia del TSJPV, «lo que no puede pretender el Ayuntamiento recurrente es que un partido político que ha expulsado de su grupo a una persona se vea obligado a mantenerla en el puesto de alcalde apoyándose, para ello, en una norma que tiene por objeto justamente lo contrario».
Mikel Bilbao podrá interponer recurso ante el Tribunal Supremo en el plazo de 30 días. La pasada semana, Bilbao acusó al PNV de tratar de utilizarle para que aprobara una permuta urbanística irregular. Los jeltzales aseguran que miente, mientras que EH Bildu le ha pedido que acuda a la Fiscalía.