Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva
Elkarrizketa
Nerea Pena
Jugadora de balonmano

«He intentado buscar una Final Four durante muchos años y me ha resultado imposible»

Solo tenía 21 años Nerea Pena (Iruñea, 1989) cuando le tocó afrontar el doble duelo ante el Larvik, pero en esos momentos ya apuntaba maneras de la gran jugadora que iba a ser a futuro. «Ambros me dio muchísima confianza y disputaba bastante minutos», agradece.

Nerea Pena, pensativa días antes de la final. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)
Nerea Pena, pensativa días antes de la final. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)

«Yo era muy joven por aquel entonces –recuerda–, lógicamente sabía de la importancia de lo que estábamos haciendo, pero no lo valoras hasta ahora, cuando pasan los años y compruebas lo complicado que es volver a una final».

Aunque lo ha perseguido a lo largo de todo este tiempo, sobre todo en el Ferencvaros, donde estuvo durante siete temporadas «y jugué seis Champions», nunca ha vuelto a disponer de la oportunidad de jugar una Final Four, el actual formato.

De hecho, de aquel grupo de jugadoras que conformaban Itxako, únicamente Raphaelle Tervel, petición expresa de Ambros Martín cuando llegó al banquillo del Gyor, consiguió levantar el máximo entorchado continental, en 2013 y 2014, ambas con el cuadro magiar.

«He intentado buscar una Final Four durante muchos años y me ha sido completamente imposible en los que equipos en los que he estado. Por eso, valoras más todavía aquello que hicimos, fue una auténtica pasada», esgrime Pena, quien también ha tenido que superar dos graves lesiones de rodilla a lo largo de su carrera.

En su opinión, el que el equipo lizartarra no le pusiese la guinda a aquel episodio con la consecución del título estuvo motivado por no haber obtenido un mejor resultado en la ida. «Si hubiésemos logrado un empate en Larvik, ellas habrían encarado la vuelta con más presión», indica.

«Nuestros 10-15 primeros minutos de Anaitasuna fueron bastante malos y eso nos pasó factura. Ante un equipo top como era aquél había que estar a un muy buen nivle durante los 120 minutos de la eliminatoria», amplía la jugadora iruindarra.

No hubo oportunidad para repetir experiencia. «Deportivamente hablando, aquel equipo no tenía techo, era una plantilla repleta de grandes jugadoras con mucha ambición y el ambiente en el vestuario era buenísimo, se trataba de un equipo de ensueño», cataloga.

Todo se acabó truncando en unos despachos, en los que «se especuló con cosas que no se tenía que haber hecho», critica. «Pese a ello, el equipo siguió luchando hasta el último momento. A día de hoy, seguimos sin haber cobrado 6-7 meses, un dinero que hemos perdido y no vamos a recuperar nunca», comenta.