El jugador del Bidasoa-Irun Adrián Crowley (Irun, 1988) ha anunciado este miércoles que al final de la temporada, tras la disputa de la Copa Asobal el 5 y el 6 de junio en Santander, abandonará el balonmano.
Crowley ha señalado que ha cumplido su «sueño como bidasotarra y como irundarra» y ha explicado que abandona el balonmano para aprovechar «una oportunidad laboral» que no puede «dejar pasar» y, además, su próxima paternidad le impide estar «mentalmente preparado para la siguiente temporada».
El jugador irundarra tenía sobre la mesa una oferta de renovación por un año del club bidasotarra. Ha agradecido a «todos los compañeros, cuerpos técnicos, médicos y directivas» de su trayectoria, así como «a la afición de Artaleku».
Debutó con el Bidasoa-Irun en la Liga Asobal en la temporada 2005/2006 y fichó por el Portland San Antonio en la siguiente campaña. En verano de 2012 volvió a Irun, en su segunda etapa como jugador en la casa amarilla.
«Quién me iba a decir a mí en verano de 2012, cuando me quedé sin equipo después de que desapareciera el San Antonio tras seis años allí y llevar un mes en casa, sin saber si iba a seguir jugando a balonmano y en la terraza del Mari me llamaron Fernando Bolea y Salva Pombar para que entrenara con ellos, para no perder la forma», ha recordado el extremo.
«Acepté, empecé a estar a gusto con el equipo y hasta hoy, de estar el club casi desaparecer a ser el mejor equipo tras el Barça, jugando Champions, etc. Han sido nueve años desde Plata hasta asentarnos en la Liga Asobal», ha añadido.
Crowley ha disputado 235 partidos de la Liga Asobal, en los que ha marcado 457 goles. Debutó en la Champions League con Portland San Antonio en la temporada 2006/2007 y con el equipo de Iruñea marcó 4 goles en la máxima competición continental en 10 partidos, mientras que en la Recopa (2009/2010 y 2010/2011) jugó 10 partidos y anotó 38 tantos.
Ya en Irun, disputó otros doce choques de Champions League (17 goles) y esta temporada, los tres de la EHF European League (6 goles).
Símbolo de la cantera bidasotarra
Por su parte, el presidente Gurutz Aginagalde ha reconocido que «es a nosotros a quienes nos toca agradecerle. Adrián ha vivido todo lo que es el Bidasoa, desde que entró en 2002 y volvió en un momento especial, en el que vivió de todo. La División de Honor Plata, los ascensos, Europa, competir por títulos ahora… Es un jugador que si se pudiera definir jugador de cantera podría ser perfectamente la imagen de Adrián».
«Estamos muy agradecidos por todo lo que ha aportado deportiva y personalmente al club, pero también profesionalmente, que no hay que olvidarlo. Quiero destacar su gran calidad como jugador y como persona», ha añadido Aginagalde.