J.S.

Seguro del automóvil, algo más que precio

A la hora de contratar una póliza, debemos priorizar no solo nuestro presupuesto, sino también nuestras necesidades y a qué estamos dispuestos a renunciar y a qué no.

El seguro obligatorio se puede modificar con la inclusión de otras garantías complementarias como la asistencia en viaje.
El seguro obligatorio se puede modificar con la inclusión de otras garantías complementarias como la asistencia en viaje.

El seguro de coche constituye uno de los gastos inevitables a la hora de adquirir un automóvil, ya que es obligatorio disponer de una póliza que cubra los daños a terceros. Pero elegir el que más se adapte a nuestras necesidades y a nuestro presupuesto no es tarea fácil debido a la gran cantidad de compañías y ofertas que existen en el mercado.

Lo primero es decidir si vamos a asegurar nuestro coche con una póliza a todo riesgo o con una a terceros. En ambos casos, hay diferentes posibilidades.
Cuando el coche es nuevo, lo más indicado es contratar un todo riesgo para que cubra los riesgos de la inversión realizada, teniendo en cuenta además que muchas veces dicha inversión está sostenida por una operación financiera a varios años.

Con el fin de rebajar un poco su precio, se puede contratar con una franquicia de determinada cantidad, con la que solo estarían cubiertos los daños a partir de dicha cantidad. Es una opción interesante si lo que queremos es recuperar el valor del coche en caso de siniestro total. Aunque hay también quien prefiere tenerlo asegurado desde el primer euro para cubrir pequeños arañazos, si bien en este caso la prima le resultará más cara.

Cuando el coche tiene ya tres o cuatro años, el valor de mercado del mismo baja de forma considerable, por lo que los expertos recomiendan contratar uno a terceros. Aunque hay casos en los que puede resultar más interesante seguir con el todo riesgo, sobre todo cuando hay obligaciones financieras de por medio.

Cuando contratamos un seguro a terceros no debemos olvidar que no están cubiertos los daños propios, pero sí los ocupantes de nuestro vehículo. Además, podemos modificar el seguro obligatorio con una ampliación de la cobertura de responsabilidad civil o con la inclusión de otras garantías complementarias como asistencia en viaje, defensa jurídica y reclamación de daños, así como incendio, robo o riesgos extraordinarios.

Además, si lo hacemos de esta forma, podremos eliminar las coberturas que no nos interesen, lo que nos permitirá ajustar el precio final de la prima.

Historial de conducción

Sea de una forma o de otra, lo cierto es que a la hora de calcular el precio final, además de las características y precio del coche, las compañías tienen en cuenta las características personales del conductor habitual del vehículo (principalmente edad, antigüedad del permiso de circulación e historial de conducción).

Por ello, las pólizas más caras son las que contratan los menores de 25 años o con menos de dos años de antigüedad de carné. En ese caso, asegurarse como segundo conductor puede resultar más económico que hacer una póliza a su nombre.

En definitiva, de lo que se trata es de priorizar no solo nuestro presupuesto, sino también cuáles son nuestras necesidades y a qué estamos dispuestos a renunciar y a qué no. Porque de nada sirve ahorrarnos un dinero si, cuando tenemos un percance, nos va a salir más caro.