El prefecto de los Pirineos Atlánticos ha anunciado que ha recurrido al fiscal y estudia sanciones administrativas contra el equipo de rugby Biarritz Olympique al considerar que no ha cumplido con las reglas sanitarias establecidas para la celebración del derby de ayer contra el Aviron Bayonnais.

El esperado encuentro entre el Biarritz Olympique (BOPB) y el Aviron Bayonnais se celebró ayer en el estadio Aguilera de la ciudad costera; por lo tanto, el BOPB era el responsable de asegurar las medidas de seguridad sanitaria contra el covid-19.

Según ha denunciado el prefecto de los Pirineos Atlánticos, Eric Spitz. las medidas no fueron cumplidas, por lo que ha recurrido al fiscal de Baiona y estudia establecer sanciones administrativas.

Según se informa desde la Prefectura, de cara al partido, se había establecido que 5.000 personas podrían entrar al estadio Aguilera, algo que considera «fue manifiestamente superado». Y aunque se había prohibido la venta de alcohol para llevar al estadio, desde la delegación del Gobierno se ha asegurado que la Policía pudo constatar que esta regla no se cumplió.

También hace referencia a que los controles sanitarios para acceder al estadio no fueron sistemáticamente realizados. Y, por último, que al final del partido se «invadió el terreno, lo que supone, un nulo respeto hacia las medidas de seguridad sanitarias».

En su comunicado, Spitz denuncia «firmemente la falta de cumplimiento de las normas decretadas por el decreto nº 2021-699 del 1 de junio del 2021 creadas para frenar la pandemia». Y recuerda que «es responsabilidad de los organizadores de eventos, especialmente deportivos, hacer respetar las reglas para evitar la propagación del virus».  

Acuerdos previos

Desde la Prefectura, han comunicado que antes del que tuviera lugar el que fue definido como ‘derby del siglo’, se reunieron con los responsables del equipo biarrota para establecer el número de personas aceptadas, que quedó fijado en 5.000, y la prohibición de la venta de alcohol, medidas que fueron aceptadas.

Según ha explicado el prefecto en la radio pública ‘France Bleu Pays Basque’, existen tres niveles de posibles actuaciones ante lo sucedido: las judiciales (con el fiscal), las deportivas por parte de los controladores de Liga Nacional de Rugby (la Policía les ha dado las informaciones sobre las medidas que no fueron respetadas) y las  administrativas.

Spitz ha añadido que «el BOPB, como todos los clubs profesionales, recibe importantes ayudas del Estado que están condicionadas al hecho de que se respeten las reglas, por lo que veré si cierro el establecimiento que recibe al público, lo que supondría que no recibiría más ayudas».