Iñaki Telleria

Soweto, 45 años de la matanza de cientos de estudiantes negros

El 16 de junio de 1976 murieron en Soweto 566 niños y adolescentes por disparos de fuerzas policiales de la Sudáfrica del apartheid. Protestaban porque les querían imponer la educación en afrikaans, la lengua de la minoría blanca.

Hay imágenes que describen momentos concretos de la historia que quedan grabadas en el subconsciente de las personas y, pasado el tiempo, les retrotraen a hechos muy determinados.

El 16 de junio de 1976 el fotógrafo sudafricano Sam Nzima –un hombre nació en un pequeño pueblo que se le quedó pequeño y decidió buscarse la vida en Johannesburgo con distintos trabajos hasta que su afición a la fotografía le dio como para vivir– salió de su casa con intención de captar en imágenes de la protesta anunciada por los estudiantes contra el proyecto del Gobierno para imponer la educación en idioma afrikaans –la que utilizaban los blancos, una variedad de la  lengua que exportaron de Países Bajos– en detrimento del inglés.

Nzima sabía que en Soweto, populoso y humilde barrio de las afueras de Johannesburgo con casi 3 millones de habitantes –la mitad de los que tiene la ciudad–, tendrían lugar las protestas más multitudinarias.

Así fue, miles de estudiantes, niños y adolescentes se echaron a las calles sin asfaltar del barrio para mostrar su indignación. Soweto, para entonces, se estaba convirtiendo en símbolo de la oposición a la política gubernamental de apartheid o segregación racial, y el Ejecutivo blanco y racista que dirigía Balthazar Johannes Vorster, representante de la minoría blanca afrikaner, decidió reprimir brutalmente las manifestaciones.

Una cosa era que se le sublevaran los adultos y otra que también lo hicieran sus hijos. Ordenaron disolver a cualquier precio y eso, tratándose de negros, suponía disparar a matar.



Nzima intuía que habría incidentes graves, pero nada comparado con lo que realmente ocurrió. Su encontronazo con la realidad fue inmediato. Caminaba entre las calles Moema y Vilakazi de Soweto, cerca de la escuela de secundaria de Phefeni, cuando se encontró de frente a un joven, Mbuyisa Makhubo, que llevaba en brazos al niño Héctor Pieterson (o también Héctor Zolide Pitso), de 12 años, herido de muerte por disparos policiales, aunque ellos todavía no lo sabían. La tercera de la foto es la desesperada hermana mayor de Pieterson, Antoniette, de 17 años.

Héctor Pieterson fue uno de los 566 niños y adolescentes que murieron ese trágico día. Y su imagen, muerto en brazos de otro joven, se convirtió en símbolo de la matanza.

Cuando al día siguiente fue publicada la fotografía, Nzima decidió esconderse para evitar la persecución policial. Había realizado una de las fotografías que están catalogadas entre las 100 más influyentes de la historia.

Decreto Medio de Afrikaans

Ese 16 de junio fue el día en el que las movilizaciones fueron más numerosas. El ambiente se venía caldeando desde año y medio antes cuando se conoció el Decreto Medio de Afrikaans que quería poner en práctica el Gobierno. Pero casi tanta indignación como esto causaba que los estudiantes blancos sí tendrían derecho a elegir libremente la lengua en la que querían ser educados.

La gran mayoría negra del país quería ser educada en inglés, lengua que relacionaban con la posibilidad de prosperar en la vida y abrirse al resto del mundo, y no en el idioma de la minoría blanca en el poder.

En abril de ese año se produjo la primera manifestación impulsada por estudiantes del instituto Orlando West Junior, también en Soweto.

Esta movilización fue el precedente de la convocatoria del 16 de junio, una marcha que comenzó con unos pocos miles de estudiantes y que, con el paso de las horas, fue creciendo en tamaño hasta superar los 15.000.

Ahí se colmó el vaso de la paciencia para el Gobierno, cuya Policía, con más de 1.500 efectivos, soltó primero sus perros de presa contra los adolescentes y niños. Como estos fueron rechazados por el lanzamiento de piedras y con palos de los manifestantes, los agentes hicieron uso de sus armas largas, lo que generó la matanza.

Día para la memoria

Desde entonces, cada 16 de junio se celebra en Sudáfrica el Día de la Juventud en conmemoración de estos dramáticos hechos. La Unión Africana decidió que fuera el Día del Niño Africano y la Asamblea General de naciones Unidas lo instauró como el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo en Lucha de Sudáfrica.

Esta jornada ha pasado a la historia de la lucha de Sudáfrica contra la segregación racial como lo han hecho el 2 de febrero de 1990 cuando fue legalizado el Congreso Nacional Africano; el 11 de febrero de 1990 cuando Nelson Mandela salió de la cárcel; o el 27 de abril de 1994 cuando Mandela ganó las elecciones presidenciales.