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Renuncia el ministro de Medio Ambiente de Brasil, salpicado por una trama maderera ilegal

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, responsable de agresivas políticas en la Amazonía criticadas por ecologistas y varios gobiernos, ha renunciado acosado por sospechas de vínculos con madereros ilegales.

Jair Bolsonaro abraza a su ya exministro Ricardo Salles. (Evaristo SA / AFP)
Jair Bolsonaro abraza a su ya exministro Ricardo Salles. (Evaristo SA / AFP)

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, ha dimitido marcado por varias polémicas ya que ha sido cuestionado por su política medioambiental y está siendo investigado desde hace meses en una trama de exportación de madera.

Aunque no se ha referido a ese asunto, Salles ha anunciado en una breve declaración que su renuncia ha sido aceptada por el presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien le defendió reiteradamente pese a las continuas críticas por su cuestionada política medioambiental.

El ya exministro, que será sustituido en el cargo por el productor rural Joaquim Alvaro Pereira Leite, ha destacado que durante su gestión ha buscado «el equilibrio entre el desarrollo económico y el medio ambiente», como le había pedido el presidente cuando asumió el cargo, el 1 de enero de 2019.

SU dimisión fue anunciada el miércoles por la noche (madrugada en Euskal Herria), el mismo día en el que salieron a la luz acusaciones de irregularidades por parte del Gobierno en la compra de vacunas contra el covid-19, por lo que su salida ha sido considerada por algunos sectores como una «cortina de humo» para desviar la atención.

Bajo investigación por vínculos con madereros ilegales

Las presiones para su renuncia aumentaron en las últimas semanas después de que Salles pasara a ser investigado por facilitar la exportación ilegal de madera y por, supuestamente, obstruir en las fiscalizaciones de delitos ambientales en la Amazonía.

Las investigaciones sobre el tráfico ilegal empezaron en enero a partir de informaciones obtenidas junto con autoridades extranjeras que habrían notificado un posible desvío de conducta de funcionarios brasileños en el proceso de exportación de madera.

En mayo, las autoridades lanzaron una operación contra la exportación ilegal de madera que ha salpicado a Salles y a otros altos cargos y empresarios, entre ellos el presidente del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), Eduardo Bim.

Antes de esto, en 2020, la Justicia brasileña había ordenado investigarlo por su gestión durante la crisis medioambiental que llevó a que se registraran el mayor número de incendios en la Amazonía desde el año 2010.

Pese a estar en el punto de mira, Bolsonaro insistió en defenderlo y, la semana pasada, volvió a considerar a Salles «uno de los mejores ministros» de su gabinete.

Desde el comienzo de su mandato, Salles ha sido objeto de fuertes críticas por parte de ecologistas, especialmente tras el aumento de la deforestación de la selva amazónica, que alcanzó niveles récords bajo su mandato.

Su imagen se desgastó todavía más después de que trascendieran unas declaraciones realizadas en una reunión ministerial celebrada el año pasado, en la que Salles llegó a sugerir relajar las reglas ambientales aprovechando que la atención mediática estaba centrada en la pandemia del coronavirus.

El deterioro de la Amazonía ha aumentado la presión sobre el Gobierno y empujó a un importante grupo de fondos de inversiones globales a advertir sobre una eventual retirada de capitales en caso de que no fuera reforzado el combate a la deforestación.

La política del Ejecutivo de Bolsonaro también ha puesto en juego el avance del acuerdo comercial entre la (UE) y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) después de que el Estado francés expresara su rechazo al tratado alegando problemas ambientales.

Ecologistas celebran con cautela

La renuncia de Salles ha sido celebrada por grupos ecologistas, que, no obstante, han advertido de que Bolsonaro es quien sigue dictando los rumbos de la política medioambiental en el país.

«Aunque claramente sea un gran día para el medio ambiente en Brasil, hay que recordar que Salles fue síntoma y no la enfermedad. Solo cumplió, con extrema eficiencia, los objetivos declarados por Jair Bolsonaro de cerrar en la práctica el Ministerio de Medio Ambiente», señaló en una nota el Observatorio del Clima, que reúne medio de centenar de organizaciones ecologistas.

El secretario ejecutivo de la organización, Marcio Astrini, ha asegurado que el sucesor de Salles «obedecerá las órdenes de Bolsonaro y continuará implementando la política de destrucción ambiental», igual que su predecesor.

De hecho, Greenpeace ha alertado de que Pereira Leite fue miembro de la Sociedad Rural Brasileña (SRB), hasta ahora era subordinado de Salles y es también «aliado de los intereses del agronegocio».

«Cambiar al ministro no garantiza que el Gobierno de Bolsonaro cambiará su proyecto antiambiental nefasto y que viene siendo dolorosamente implementado», ha insistido la organización.