El Lehendakari ha convocado para el próximo 7 de julio al comité asesor del Plan de Protección Civil (LABI), que aprobará el Plan Biziberri IV, analizará la situación epidemiológica y decidirá sobre las nuevas medidas a adoptar.

El encuentro de esta mesa institucional, que asiste al Lehendakari como director único del LABI, se producirá después de que el 18 de junio celebrara su última reunión, en la que decidió flexibilizar las restricciones, ante la tendencia favorable del coronavirus.

Desde entonces, la hostelería está abierta en la CAV hasta las 2.00 de la madrugada, ampliación de horario que también benefició a los eventos culturales, con un aumento de aforos, entre otras medidas. Entonces, Urkullu ya anunció que este comité se reuniría unos 20 días después para revisarlas.

Por tanto, se trata de una reunión ya prevista, en la que se analizará, de nuevo, la situación epidemiológica y, con el informe de la comisión técnica del Plan de Protección Civil –que se reunirá previamente– sobre la mesa, decidirá sobre el mantenimiento o modificación de las actuales restricciones.

En el orden del día también se encuentra la aprobación del Plan Biziberri IV, el Plan de contingencia del Gobierno autonómico que se va amoldando a las diferentes etapas de evolución de la pandemia.

La nueva variante «no se puede parar»

Por su parte, la directora de Salud Pública y Adicciones de Lakua, Itziar Larizgoitia, ha reconocido este miércoles que las variantes del covid-19 «no se pueden parar», por lo que, «muy probablemente, en unos meses» la variante Delta será la cepa «principal» en la CAV y en todo el Estado español.

Por ello, ha defendido que es necesario «seguir vacunando» y limitar la movilidad, y ha puesto como ejemplo el brote de Mallorca para advertir de que, «si se celebran este tipo de eventos, habrá contagios».

La Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz ha acogido este miércoles, a petición de EH Bildu, la comparecencia telemática de Larizgoitia para informar sobre los criterios de vacunación contra el covid-19, su planificación, organización y gestión.

La directora de Salud Pública ha destacado los datos «muy positivos» de vacunación en la CAV, señalando que, en la actualidad, el 63% de la población mayor de 12 años ha sido vacunada y el 46% ha recibido la pauta completa de la vacuna. «Son datos muy altos que nos permiten respirar», ha afirmado.

Ha añadido que «las personas más vulnerables, con mayor riesgo de sufrir una covid-19 moderada o grave con término de mortalidad, están ya vacunadas».

Respecto a las variantes del virus llamadas ‘de preocupación’ –cuando la cepa es más eficaz transmitiéndose y más grave–, ha reconocido que son una «gran preocupación», y ha destacado que las variantes que han llegado aquí se han desarrollado fuera, en otros países.

La peor variante

Además, ha señalado que se están haciendo «todos los esfuerzos» para identificar los brotes de la variante Delta, conocida inicialmente como India, para «contenerla», pero ha señalado que «la realidad de las variantes es que no se pueden parar y, muy probablemente, en unos meses, será la variante principal» en el Estado español.

Ante esta situación, ha defendido que se debe seguir vacunando y ha destacado que el «entusiasmo» que hay entre la población vasca ante la vacuna, es «menor» entre la población joven. «Cuantas más personas se convenzan de que la vacunación es la mejor intervención de Salud Pública que se puede administrar en estos momentos, mejor», ha indicado.

La responsable de Salud Pública ha añadido que el segundo objetivo ante las nuevas variantes debe ser limitar la movilidad, y ha citado el brote de Mallorca para advertir que, «si se celebran este tipo de eventos, habrá contagios».

No obstante, ha reconocido que es necesario entrar en una fase de «mayor normalidad. Necesitamos por salud mental, emocional y económica, entrar en una dinámica social ligeramente más relajada que en fases anteriores, pero mantener las medidas que corresponden», ha subrayado antes de defender la vigencia del Plan Bizi Berri que incluye «medidas para contener los contagios».

Asimismo, ha afirmado que el verano es una época «propensa» a los contagios, por lo que es «muy posible que haya nuevos brotes y nuevos contagios. Desde el Gobierno, seguiremos promoviendo que se mantengan las medidas de precaución y prevención frente al contagio, controlando los brotes y facilitando la vacunación», ha insistido.

También ha hecho referencia a la posibilidad de que haya personas que aplacen su vacunación por las vacaciones, y ha enmarcado esta situación en una «decisión personal. El plan de vacunación va a seguir, y se seguirá citando y vacunando al resto de la población. Cuando vuelvan de sus vacaciones tendrán que citarse y vacunarse, pero eso no supone impedimento para la gestión de Osakidetza», ha apuntado.

Segunda dosis a la franja de 60-69 años

Sobre la posibilidad de adelantar la segunda dosis a la población de 60 a 69 años, ha explicado que el 50% de las personas de estas edades han recibido ya la pauta completa y ha confesado que con las vacunas «existe un margen de incertidumbre científica», porque tienen una vida «muy corta» y el conocimiento que hay sobre su funcionamiento es «relativamente limitado».

No obstante, ha puntualizado que lo que se sabe por los estudios «escasos» que hay hasta el momento, es que con la vacuna de AstraZeneca, la producción de anticuerpos mayor se obtiene a la semana doce, por lo que ese es «el momento óptimo» para recibir la segunda dosis.

«Si se adelanta esa pauta unas semanas, se está limitando al capacidad de respuesta inmunitaria de las personas que han recibido la primera dosis», ha señalado, para insistir en que se mantendrá la pauta y señalar que la CAV no tiene la «explosión de la variante Delta» como ocurre en Inglaterra.

Itziar Larizgoitia también ha manifestado que la vacunación va a continuar por criterios de edad en base a los suministros de vacunas que se reciban y ha reiterado que todavía no tienen «certeza» de todos los suministros que se van a recibir a lo largo del verano. «Tenemos una cierta idea global pero no certeza con precisión», ha señalado.

Vacunas a menores en agosto

Por ello, ha indicado que, en las últimas semanas de agosto, se estudiará la vacunación de los menores de entre 12 y 19 años, y trabajará con Departamento de Educación y entidades necesarias, teniendo en cuenta también a los menores fuera del sistema educativo.

Preguntada por los grupos parlamentarios sobre si será necesario volver a vacunar a la población más vulnerable en otoño o al inicio del año, ha reconocido que «es una posibilidad», pero ha afirmado que, «por el momento, no se sabe, porque no se conoce todavía la duración de la inmunidad que genera la vacuna –hasta ahora seis meses–. Se están realizando estudios muy complejos para poder valorar el grado de inmunidad que se puede adquirir y la duración con las vacunas», ha dicho.

Finalmente, ha reconocido que tampoco saben cuándo se conseguirá la inmunidad de grupo porque «no hay una evidencia científica para esta enfermedad», y ha señalado que hay modelos matemáticos que apuntan a un 70% de la población vacunada, pero tienen un «margen de error» porque se trata de una nueva enfermedad y no se conocía la eficacia de las vacunas.

No obstante, ha reconocido que se está registrando un «descenso continuado» de la incidencia, con salvedades debido a los «macrobrotes», pero ha indicado que, aunque hay menor transmisión, sigue habiéndola y, por tanto, no hay inmunidad de grupo.

Seguridad entre los sanitarios

En la misma Comisión ha comparecido, a petición de EH Bildu, la directora de Recursos Humanos de Osakidetza, Pilar Uriarte, para informar sobre el requerimiento realizado por la Inspección de Trabajo a Osakidetza para prevenir los contagios de coronavirus entre los sanitarios, así como de las líneas de trabajo que se han puesto en marcha para garantizar la seguridad.

Uriarte ha afirmado que Osakidetza ha proporcionado a los profesionales sanitarios las medidas de protección «necesarias» para realizar su trabajo «con seguridad», y ha recordado que la prevención no se consigue solo con el uso de los Equipos de Protección individual (EPI), sino que la protocolarización de los procesos, la organización de tareas y espacios son «fundamentales».

«Con la suma de acciones organizativas, la utilización racional y responsable del material y de los EPI, y la constante adaptación de los medios a necesidades de cada trabajador adecuado al puesto y tarea, se conseguirá mantener su seguridad en todo momento», ha defendido.

También ha hecho referencia al impacto que ha podido tener en los sanitarios la enfermedad, para subrayar que ha sido «similar» al que ha tenido en la población general, y ha explicado que el programa de apoyo emocional a trabajadores y pacientes es «intermedio», por lo que se ofrece un ayuda y apoyo inicial, sin que se considere que hay una patología.