Al menos 80 travestis y personas trans (transexuales y transgénero) han sido víctimas de muertes violentas en el primer semestre del año en Brasil, lo que supone una muerte de un miembro de ese colectivo cada 48 horas en el país, según un informe divulgado este miércoles por una ONG.

De acuerdo con los datos de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), las muertes de personas trans y travestis en el país sudamericano bajaron un 20% en relación con los homicidios ocurridos en los primeros seis meses de 2020 (100), cuando gran parte del país estaba confinado por la pandemia.

«El año pasado el país tuvo un aumento desproporcionado de asesinatos tras dos años consecutivos de caída. Debemos tener cuidado al afirmar cualquier tendencia, ya que los primeros meses de este año, en los que no hubo confinamiento por pandemia, no se pueden comparar con los mismos del año pasado por el cambio de escenario», señala el informe.

Brasil es el país del mundo con más muertes de travestis y transgénero con casi más del triple de crímenes de este tipo registrados que en México, la segunda nación en el ranking mundial.

Transfobia y racismo

Además, los ataques tuvieron también un componente racista. En este primer semestre, la mayoría de las víctimas fueron travestis y mujeres trans negras, un perfil que se repite cada año sin excepción.

El informe también subraya también la especial crueldad de la mayoría de los ataques a travestis y transexuales porque, además de golpearlos hasta la muerte y hasta quemarlos vivos, también son comunes los casos de violaciones colectivas y las desapariciones.

Además de las muertes violentas, fueron identificados nueve casos de suicidios de travestis y transgéneros, así como 33 intentos de matar a personas de estos colectivos.

Con todo, los datos divulgados este miércoles no representan la totalidad de las muertes violentas de travestis y transexuales en Brasil. «Existen diversas limitaciones en nuestra actuación, entre ellas, la falta de datos oficiales, sumados a los no reportados» por las víctimas o sus allegados, señala el informe.