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El Tribunal Supremo de EEUU mantiene la polémica ley antiaborto de Texas

La mayoría conservadora del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido no bloquear una polémica ley que prácticamente prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación en el estado de Texas, salvo si la salud de la mujer se ve comprometida.

Protesta contra la ley en las calles de Nueva York. ( Michael M. SANTIAGO/AFP)
Protesta contra la ley en las calles de Nueva York. ( Michael M. SANTIAGO/AFP)

El Tribunal Supremo de EEUU ha decidido no bloquear la controvertida ley que prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación en el estado de Texas.

La decisión, dada a conocer esta madrugada, se ha saldado con un resultado ajustado de 5-4 y supone el rechazo a la solicitud de urgencia presentada por clínicas para paralizar la ley.

El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, se ha unido a la minoría progresista pero no ha sido suficiente dada la mayoría conservadora. La medida supone que prácticamente se veta abortar en Texas, ya que ni siquiera contempla excepciones en casos de incesto o violación.

Una decisión contraria a una derecho reconocido

En su solicitud de emergencia para bloquear la legislación, las clínicas de servicios abortivos advirtieron de que la ley «reduce inmediatamente y catastróficamente el acceso al aborto en Texas, prohibiendo cuidados a al menos el 85% de los pacientes» que requieren de una intervención de este tipo en el estado.

El aborto fue reconocido como un derecho constitucional en EE.UU. en 1973 gracias al fallo de la Corte Suprema en el caso "Roe contra Wade", en el que reconoció que una mujer puede acabar con su embarazo durante los primeros seis meses de gestación.

Protestas del activismo

Activistas y clínicas de servicios reproductivos han prometido este jueves combatir la nueva ley antiaborto tejana. Así lo han expresado en un comunicado varias clínicas que ofrecen servicios para abortar en Texas como Whole Woman's Health y las organizaciones que les representan y han llevado el caso hasta la máxima instancia judicial del país.

La presidenta y directora ejecutiva de Whole Woman's Health, Amy Hagstrom Miller, ha afirmado que están «devastados» por la decisión del Supremo y ha indicado que sus pacientes están «asustadas, confusas y desesperadas» intentando averiguar qué pueden hacer para conseguir un aborto en el estado. Hagstrom Miller ha explicado que su personal médico también tiene miedo, aunque ha asegurado que sus cuatro clínicas, que permanecen abiertas, están cumpliendo con la prohibición.

Por su parte, Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva del Center for Reproductive Rights, que representa a las clínicas ante la Justicia, ha criticado a la Corte Suprema por su rechazo a bloquear la ley de Texas que «viola flagrantemente Roe contra Wade».

Northup ha denunicado que «los políticos de Texas han tenido éxito por el momento burlando el imperio de la ley» impidiendo el aborto y «forzando a las pacientes a abandonar el estado, si tienen medios, para lograr una atención sanitaria protegida constitucionalmente».