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París

Europa se encamina hacia un futuro de sequías estivales más extremas

Las consecuencias de la crisis climática se notan en todos los rincones del planeta y todas las proyecciones apuntan a que irán a más. Un nuevo estudio avanza que las sequías estivales en Europa serán cada vez más severas y que sus efectos serán especialmente acusados en el sur del continente.

Un caballo pasta en el municipio de Bastelicaccia, en Corsica. Zonas de esta isla mediterránea estuvieron bajo alerta de sequía durante 3 días en agosto. (Pascal POCHARD-CASABIANCA/AFP)
Un caballo pasta en el municipio de Bastelicaccia, en Corsica. Zonas de esta isla mediterránea estuvieron bajo alerta de sequía durante 3 días en agosto. (Pascal POCHARD-CASABIANCA/AFP)

La investigación liderada por científicas de la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich (Alemania) recuerda que las sequías de los años 2003, 2010 y 2018 causaron en Europa «considerables costes sociales, económicos y medioambientales», y subraya que investigar sobre su evolución futura es crucial para dar una respuesta adecuada a la crisis climática.

El estudio, publicado este martes en ‘Frontiers in Water’, avanza que para final de siglo la situación será mucho peor e identifica cuatro «puntos calientes» para el futuro: la región alpina, el Estado francés, la península ibérica y el Mediterráneo.

«Se observa una clara tendencia hacia más sequías estivales, más largas y más intensas en términos de déficit de precipitaciones», explica Magdalena Mittermeier, autora principal del estudio junto a Andrea Böhnisch, ambas de la Universidad Ludwig-Maximilian.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que las sequías son el peligro más grave para la agricultura y la ganadería en todo el mundo, y se calcula que 55 millones de personas se ven afectadas por ellas cada año.

Los Alpes, un probable «punto caliente»

Este estudio pronostica que entre 2080 y 2099 Europa sufrirá un aumento de la frecuencia y de la intensidad de las sequías de verano y una disminución de las sequías de invierno, mientras que las lluvias aumentarán durante el invierno y disminuirán durante el verano.

El porcentaje de sequías estivales seguidas de inviernos húmedos ya está aumentando en todas las regiones excepto en la península ibérica.

Por regiones, el estudio señala que la probabilidad de sufrir sequías extremas en verano aumentará un 25% en Europa central, y que en Europa oriental y los Alpes las probabilidades de sequías graves subirán al 20%, y al 40% las extremas.

En el Estado francés, los modelos prevén un aumento de la frecuencia de las sequías extremas de hasta el 60%.

En el sur del continente los porcentajes de sequías extremas de verano se disparan hasta el 80% y la península ibérica es el lugar con más probabilidad de sufrir sequías severas: del 96% en julio y del 88% en agosto.

«Nuestro estudio muestra que, si el cambio climático no disminuye, el riesgo de sequías en los «puntos calientes» empeorará drásticamente. Pero, además, en algunas regiones en las que las sequías desempeñan actualmente un papel menor, se prevé que el riesgo de sequía en el futuro se agrave. Los Alpes deberían considerarse un futuro ‘punto caliente’ adicional», concluye Mittermeier.

En este mapa se observa la división de Europa que han utilizado las investigadoras de la Universidad Ludwig-Maximilian. (Frontiers in Water)
 

El último verano meteorológico, el más caluroso desde 1991

Estos pronósticos han llegado acompañados este martes de otro registro meteorológico con récord, ya que la temperatura media de los meses de junio, julio y agosto de 2021 fue la más elevada en Europa de al menos los últimos 30 años, según datos de Copérnico, un programa de la Comisión Europea en el que participa la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).

«Se trata del verano más cálido en los registros del servicio europeo Copérnico sobre el cambio climático (C3S), con 1 grado centígrado más que la media entre 1991 y 2020. No obstante, esta temperatura ha quedado cerca de la de los veranos de 2010 y 2018, que fue solo un 0,1 ºC más baja», ha puntualizado un comunicado del programa.

El pasado agosto estuvo cerca de las medias de otros años, aunque tuvo los picos de temperaturas más elevados de la historia en los países mediterráneos, una media más alta en el este del continente y más baja en los países del norte.

«Durante la ola de calor en el sur de Europa, se registró una temperatura de 48,8 °C el 11 de agosto en Sicilia. Esta temperatura, de ser confirmada por la Organización Meteorológica Mundial, sería la más alta jamás registrada en Europa», ha subrayado el C3S.

Los datos recabados para este informe proceden de análisis por ordenador que usan miles de millones de medidas de satélites, barcos, aviones y estaciones meteorológicas.