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París

La Justicia francesa inicia el maratoniano juicio de los atentados yihadistas del 13-N en París

Casi seis años después de la noche de terror que se vivió en París el 13 de noviembre de 2015, que dejó 130 muertos y un atacante con vida, este miércoles se ha iniciado en la capital francesa el juicio sobre uno de los mayores ataques yihadistas registrados en Europa.

Gendarmes fuertemente armados vigilan el Palacio de Justicia de París antes del inicio del juicio que ha comenzado este 8 de setiembre. (Alain JOCARD/AFP)
Gendarmes fuertemente armados vigilan el Palacio de Justicia de París antes del inicio del juicio que ha comenzado este 8 de setiembre. (Alain JOCARD/AFP)

El tribunal ha abierto a las 13:17 horas de este miércoles el megaproceso que se desarrollará en el Palacio de Justicia de París durante unos nueve meses, con cerca de 1.800 partes civiles personadas y veinte acusados, de los que seis serán juzgados en rebeldía.

Salah Abdeslam, presente en la sala, figura como el principal acusado por los atentados perpetrados el 13 de noviembre de 2015 en varias terrazas del este de París, en la sala de conciertos Bataclan y junto al Estadio de Francia, en Saint-Denis, al norte de de la capital.

Las primeras palabras ante el tribunal de Abdeslam –de nacionalidad francesa– han sido la profesión de fe islámica y asegurar, cuando le han preguntado por su oficio, que lo dejó todo para convertirse «en combatiente del Estado Islámico», la organización yihadista que reivindicó los atentados.

Con mascarilla y camiseta negras, el único miembro de los comandos que quedó vivo tras el 13-N se había sentado en el banquillo de los acusados rodeado de varios miembros de las fuerzas policiales.

Otros diez acusados han ocupado la primera fila de los bancos del palco, escoltados por numerosos gendarmes. Otros tres, que se encuentran en libertad, se han sentado fuera de ese recinto. A diferencia de Abdeslam, todos se han limitado a confirmar su identidad y responder preguntas sin hacer comentarios.

La seguridad también era importante fuera del tribunal, al haberse decretado un «riesgo de amenaza terrorista», según ha explicado el portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal. En 2020, durante el juicio de los atentados contra el semanario ‘Charlie Hebdo’, nuevos ataques yihadistas sacudieron el Estado francés.

El «juicio del siglo», como se lo ha calificado en la prensa francesa, «es un salto a lo desconocido», según estima Arthur Dénouveaux, superviviente del Bataclan y presidente de la asociación de víctimas Life for Paris.

«Será, sin duda, el juicio más largo de la historia», ha comentado a AFP Christian Saint-Palais, abogado de uno de los acusados.

Todas las miradas estaban puestas hoy en Salah Abdeslam, de 31 años, un ‘juerguista’ que cometía delitos menores antes de convertirse al yihadismo. Es el único atacante con vida, ‘el décimo hombre’ y el juicio debe servir para esclarecer el papel exacto que jugó en aquellos acontecimientos.

«Velaremos por que este juicio excepcional no se convierta en un juicio de excepción», advirtieron sus abogados en las jornadas precedentes.

Boceto de la sesión de este 8 de setiembre en la que se representa a Salah Abdeslam, el principal acusado, de pie en la sala del tribunal. (Benoit PEYRUCQ/AFP)

El peor ataque desde la II Guerra Mundial

Doce de los veinte acusados se enfrentan a peticiones de cadena perpetua por los hechos que comenzaron poco después de las 21:15 horas en Saint-Denis.

En ese momento, un atacante suicida activó sus explosivos cerca del Stade de France, donde tenía lugar un partido amistoso de fútbol entre las selecciones francesa y alemana, con miles de personas en las gradas, entre ellos el entonces presidente de la República, François Hollande.

Otros dos kamikazes hicieron lo propio minutos después provocando la muerte de un conductor de autobús. Abdeslam también debía haberse inmolado pero no sucedió así porque, según los investigadores, su cinturón de explosivos era defectuoso. Acabó huyendo a Bélgica, país donde se había criado.

A continuación, en el centro de París, dos comandos de tres hombres cada uno dispararon contra la gente que se encontraba en terrazas de bares y restaurantes, y fusilaron a los asistentes a un concierto musical en el Bataclan, donde las fuerzas policiales realizaron un asalto pasada la medianoche.

El saldo del peor ataque en París desde la Segunda Guerra Mundial fue de 130 muertos y más de 350 heridos.

Esto sucedía en un contexto mundial marcado por la guerra contra el EI que una coalición internacional libraba en Siria e Irak, y con decenas de miles de refugiados que buscaban llegar a Europa huyendo de ese conflicto.

Cuatro años de investigación permitieron reconstruir gran parte de la logística de los atentados y del recorrido que siguieron los miembros de los comandos por un ruta migratoria desde Siria hasta sus escondites alquilados en Bélgica y cerca de París.

Según se recoge en el sumario, los investigadores descubrieron una célula yihadista mucho mayor y responsable también de los atentados que dejaron 34 muertos el 22 de marzo de 2016 en el metro y en el aeropuerto de Bruselas.

«Comprender qué ocurrió»

«Los supervivientes de los atentados del 13 de noviembre tienen la imperiosa necesidad de explicar lo que pasó, lo que sufrieron», ha señalado a ‘Le Parisien’ la actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien considera que este juicio les ayudará en «su proceso de reconstrucción».

Para el antiguo fiscal de París François Molins, es necesario construir «una memoria colectiva reafirmando los valores de humanidad y dignidad», así como permitir «a las familias de las víctimas comprender qué ocurrió», como ha indicado en declaraciones a RTL.

«El dolor que tengo no me lo va a reparar la sentencia que dicte el tribunal. El dolor lo tendré hasta que me muera y la falta de Juan Alberto la tendré hasta que me muera», ha manifestado a AFP Cristina Garrido, cuyo hijo resultó muerto en el Bataclan.

Decenas de personas, entre ellas algunas víctimas de los atentados, han acudido este miércoles al Palacio de Justicia para asistir al inicio del juicio. (Alain JOCARD/AFP)
 

Precisamente, otro momento importante del juicio comenzará a finales de setiembre con los testimonios de los supervivientes y allegados de las víctimas, cuyas asociaciones ya advirtieron de la emotividad que marcará estas sesiones, que se prolongarán durante cinco semanas.

El interrogatorio de los acusados llegará en 2022 y la principal incógnista es si Abdeslam abandonará el mutismo en el que se ha instalado, más allá de sus referencias al islam, desde su detención en Bélgica en 2016.