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Medios australianos podrán ser demandados por comentarios de lectores en sus redes

El Tribunal Superior de Australia ha decretado que los medios de comunicación son responsables de los comentarios que hagan sus lectores en sus páginas de las redes sociales, por lo que pueden ser demandados en caso de injurias o difamación.

La cadena ABC publicó un reportaje en el que Dylan Voller aparece atado y encapuchado. (www.abc.net.au)
La cadena ABC publicó un reportaje en el que Dylan Voller aparece atado y encapuchado. (www.abc.net.au)

Los medios australianos podrán ser demandados por los comentarios que hagan sus seguidores en las páginas que gestionan en las redes sociales, según un fallo emitido este miércoles por el Tribunal Superior de Australia, la máxima instancia judicial del país.

La decisión, que sienta un precedente legal respecto al uso de las redes sociales en Australia, se refería al caso de los grupos mediáticos News Corp y Fairfax Media (actualmente en manos de Nine) y Australian News Channel demandados por el joven aborigen Dylan Voller, cuyo maltrato en un centro correccional del Territorio Norte fue denunciado en 2016.

Voller, quien entonces tenía 17 años de edad, apareció en un reportaje de la cadena ABC con la cabeza cubierta por una capucha blanca que le dificultaba la respiración, mientras sus celadores le ataban las piernas, los brazos y el cuello con grilletes a una silla y lo dejaban solo en castigo por tratar de autolesionarse.

Diarios como el ‘Sydney Morning Herald’ y ‘The Australian’ o la cadena de televisión por cable ‘Sky News’, que son considerados entre los medios más importantes del país, publicaron historias sobre Voller en sus páginas de Facebook, en las que los lectores dejaron comentarios presuntamente ofensivos.

Inicialmente Voller quería demandar a estos medios por los comentarios difamatorios, pero el caso se ramificó en una batalla legal en torno a si estos diarios y canales eran responsables de los comentarios difamatorios dejados por terceros en sus redes sociales.

Cuatro años de proceso

Esa batalla, que ha durado cuatro años, se ha zanjado este miércoles con el fallo del Tribunal Superior de Australia.

La máxima instancia judicial de Australia ha sentenciado que «el Tribunal de Apelación consideró acertadamente que los actos de los recurrentes al facilitar, fomentar y, por tanto, ayudar a la publicación de comentarios por parte de los usuarios de Facebook de terceros, los convirtieron en editores de dichos comentarios».

Esta decisión permitirá que Voller demande a los grupos mediáticos por los comentarios que considera difamatorios.

El experto legal David Rolph ha apuntado en un artículo en la revista ‘The Conversation’ que en este caso en concreto «todavía está por decidir si los comentarios eran o no difamatorios», pero se ha preguntado «qué defensas podrían tener los editores de los medios de comunicación bajo la ley de difamación».