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Dos años y medio de cárcel para un militar que ocultaba más de 100 armas en Galicia

Un subteniente del Ejército de Tierra acusado de ocultar en dos viviendas de Galicia un depósito de armas de guerra, entre ellas 34 fusiles, 57 pistolas y 16 subfusiles, ha aceptado la pena de dos años y medio de cárcel. También vendió, sin permiso, numeroso material a terceros.

La vista oral del juicio, prevista en la sección segunda de la Audiencia de A Coruña, se ha saldado con un acuerdo de conformidad mediante el cual el sospechoso, subteniente del Ejército de Tierra, ha reconocido su culpa.

Las partes coincidieron en una atenuante por anomalías psíquicas, al entender que el hombre tenía un trastorno obsesivo compulsivo.

El militar se enfrentaba inicialmente a una pena de ocho años de prisión y diez de privación del derecho de tenencia de armas.

El 29 de mayo de 2015, según la Fiscalía en su escrito de calificación, se registraron los domicilios que el procesado tenía en una habitación de la residencia militar de A Coruña y en una casa situada en el partido judicial de Vilalba (Lugo).

En su interior los investigadores hallaron un importante número de armas de fuego, componentes de las mismas y municiones que el militar «había venido acumulando a lo largo de los años» y que guardaba en dobles fondos de armarios o en otros huecos.

El material decomisado incluye 34 fusiles y rifles; una ametralladora ligera; 16 subfusiles; 13 carabinas; 57 pistolas; 5 revólveres; 390 cargadores; 10 silenciadores; 52 cañones de diferentes tipos de armas, 28 de ellos aptos para su uso o 4.495 cartuchos metálicos de diferentes calibres.

También incautaron 300 pistones para recarga de cartuchos metálicos; 53 piezas correspondientes a distintos tipos de armas aptas para ser usadas como repuestos y cuatro kilogramos de pólvora y una prensa para recarga de cartuchería metálica marca RBS completan el arsenal localizado. De estas armas de fuego, 93 se encontraban en correcto estado de funcionamiento.

Además, los investigadores constataron que el militar, pese a carecer de la habilitación administrativa que le autorizase para ello, había efectuado numerosas ventas de armas a terceras personas.

Arsenal en Amurrio

En Euskal Herria se conoció un caso similar a principios de 2019, cuando se descubrió que un expolicía residente en Amurrio guaradaba un arsenal con dieciséis pistolas, once revólveres, cuatro subfusiles o diecisiete bayonetas, entre otras armas. El antiguo agente, de 74 años, había sido detenido por disparar con una pistola contra la vivienda de una familia de la izquierda abertzale.