Carlos A. Moreno (Efe)

La izquierda y el centro se unen por primera vez en marchas contra Bolsonaro

El rechazo al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha unido a partidos de izquierda y de centro en manifestaciones en las que han participado miles de personas en al menos 250 ciudades en todo el país, a exactamente un año de las elecciones presidenciales.

Manifestación en Sao Paulo. (Nelson ALMEIDA/AFP)
Manifestación en Sao Paulo. (Nelson ALMEIDA/AFP)

Los partidos de izquierda y de centro de Brasil se han unido este sábado por primera vez, a exactamente un año de las elecciones presidenciales, en las protestas convocadas contra el presidente Jair Bolsonaro, que han movilizado a miles de brasileños en al menos 250 ciudades del país y del exterior.

Las manifestaciones, que han reunido multitudes, principalmente en las grandes ciudades como Sao Paulo y Río de Janeiro, fueron convocadas por al menos 21 partidos políticos, diez centrales sindicales y las decenas de movimientos sociales como los Sin Tierra y los Sin Techo aglutinados en los frentes Brasil Popular y Povo Sem Medo (Pueblo Sin Miedo).

Pese a que las banderas rojas de los grupos de izquierda eran mayoritarias en las marchas, a las mismas se han unido por primera vez, aunque tímidamente, las de formaciones de centro, como el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del expresidente Fernando Henrique Cardoso, y del Partido Democrático Laborista (PDT), del exministro Ciro Gomes, que fue el tercer candidato más votado en las presidenciales de 2018.

Lula da Silva, la opción preferida

Aunque los organizadores se han esforzado para intentar dar un carácter suprapartidario a las manifestaciones y acoger a los militantes de centro, la gran mayoría no ha escondido su preferencia por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, principal rival político de Bolsonaro y que lidera con amplia ventaja todas las encuestas de intención de voto para las presidenciales del 2 de octubre de 2022.

De acuerdo con los últimos sondeos, el líder socialista, con 44% de la intención de voto, derrotaría sin necesidad de una segunda vuelta a Bolsonaro (26%), que ha admitido que aspira a ser reelegido, sin que ningún otro candidato supere el 10% de apoyos.

Los partidos de centro y la derecha más moderada, por lo mismo, buscan una tercera vía y una candidatura viable que ponga fin a la actual radicalización política en Brasil.

Pero la necesidad de manifestar su oposición y su total rechazo al Gobierno de Bolsonaro ha sido más fuerte este sábado y se han terminando uniendo a los diferentes sectores de la oposición.

Unidad contra Bolsonaro

«Exigir el juicio político destituyente y la prisión del criminal que nos gobierna es imperativo para que podamos volver a discutir lo que importa: empleo, desarrollo y reducción de las desigualdades», ha afirmado Ciro Gomes, nuevamente pensando en disputar la Presidencia y que ha participado en la manifestación de Río, al aclarar que la prioridad del país es desalojar a Bolsonaro del poder para después pensar en elecciones.

«Bolsonaro no respeta la democracia ni la Constitución. Él no quiere elecciones porque sabe que será derrotado si no es destituido antes. Es el momento de que creemos un frente amplio y que juntemos fuerzas contra el fascismo. Sobre candidaturas conversaremos después», ha manifestado, también en Río de Janeiro, la diputada Jandira Feghali, dirigente del Partido Comunista do Brasil.

Entre las múltiples reivindicaciones de los diferentes grupos en las diferentes ciudades, el lema común que ha agluntiado a izquierda y centro ha sido «Fuera Bolsonaro», una referencia a la presión para que el Congreso le abra un juicio político destituyente al jefe de Estado por los diferentes crímenes e irregularidades de que es acusado.

Paro, inflación, pobreza, medio ambiente

También han unido las protestas contra el elevado desempleo, que afecta a más de 14 millones de personas; contra la inflación, que supera el 8% anual y amenaza el poder de compra; contra la retórica antiambiental del Gobierno, y contra el aumento del hambre, recordado con las imágenes de personas disputando huesos descartados por los supermercados de Río que impactaron al país esta semana.

Otra reivindicación que ha unido a los diversos sectores ha sido la protesta contra al negacionismo del Gobierno frente a la pandemia del covid, que ha convertido a Brasil en uno de los países más golpeados, con más de 597.000 muertos y 21,4 millones de contagiados.

Enormes letreros tachando a Bolsonaro de «genocida» se han exhibido en casi todas las manifestaciones.
A diferencia de anteriores marchas lideradas por la izquierda, en la que las banderas rojas eran totalmente dominantes, en las manifestaciones de este sábado ha destacado la presencia de numerosas banderas verdes y amarillas de Brasil, que se habían convertido en símbolo de los bolsonaristas, algo que los militantes de la oposición quieren comenzar a cambiar.

«Esta bandera es del pueblo brasileño y no vamos a dejar que milicianos y falsos patriotas la secuestren», explicaba la contadora Clarice Copete, de 58 años y que ha marchado en Sao Paulo al lado de un hombre que agitaba una bandera del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.