En el Plan de Contingencia de los centros educativos de Orkoien, Auzar y San Miguel, en base a los criterios emitidos por el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, se establece que el transporte escolar partirá al finalizar las actividades extraescolares, salvo que todas las familias beneficiarias de una línea de transporte acordaran lo contrario, en cuyo caso partiría después del comedor.
En este sentido, las familias transportadas de ambos centros se han reunido este lunes en la puerta de Auzalar y han provocado un atasco en la carretera que va hasta Arazuri para pedir al Departamento de Educación de Nafarroa que garantice «un derecho de transporte para satisfacer a todo el alumnado».
Una petición que se traduce en que se mantenga el servicio posterior al comedor (15.15 horas) y el servicio posterior a actividades extraescolares (16.30).
Según han recordado, las familias extendieron una propuesta al Departamento de Educación en la que se garantizaban los dos horarios de vuelta, y han explicado que ambos centros disponen de cinco autobuses para llevar a los alumnos transportados a casa.
«Una encuesta realizada por las familias revela que 190 niños quieren volver a casa a las 15.15; y 17 a las 16.30. Por lo tanto, sin aumentar el número de autobuses y recibiendo el visto bueno de la Pamplonesa, el recorrido de estos autobuses podía haber cambiado fácilmente si el Departamento hubiera dado el sí», han señalado.
Sin embargo, la respuesta del Departamento de Carlos Gimeno ha sido la siguiente: «Dado que no todas las familias han adelantado su aprobación, y ninguna de ellas puede adelantarse, sin cambios en los recorridos no se puede dar el cambio».
El incumplimiento de este derecho, han remarcado, dará lugar que la mayoría de familias recojan a sus hijos en vehículos particulares, algo que «colapsará la entrada escolar y el pueblo de Orkoien».
Por otro lado, han explicado que «se restringe el derecho de nuestros niños y niñas a conciliar la familia: el derecho a la familia, a la certeza afectiva, a descansar, a crecer en su pueblo, a no ser discriminados por vivir en pueblos pequeños, a que el interés de los niños quede por encima de razones económicas o políticas...».
En estos tiempos en los que se trabaja en contra de la despoblación rural, han añadido, «no se puede castigar más a las familias que viven en nuestros pueblos. La Administración Pública debe garantizar buenos servicios; al menos, en lo fundamental, como la educación».
«No olvidemos que el alumnado coge el autobús a las 8.20 de la mañana y, como pronto, vuelve a las 17.00 horas, una jornada escolar de casi nueve horas», han explicado.
Una larga jornada a la que se suma el uso de la mascarilla, algo que, según han criticado las familias, «está lejos de las condiciones de vida de los niños y niñas que viven en los grandes núcleos urbanos».
Y es que, las familias de la ciudad cuentan con, al menos, tres horarios para recoger a sus hijos e hijas del colegio, mientras que los transportados solo tienen uno y están obligados a estar las horas no obligatorias, han denunciado.
Para una familia de Bidaurreta, en cambio, el tener que recoger en Orkoien a sus hijos o hijas en vehículos privados supondrá un gasto de 1.344 euros, y el tiempo en carretera será de 124 horas. «Y va a contaminar media tonelada CO2. Nos parece vergonzoso», han denunciado.
Por todo ello, han solicitado al Gobierno de Nafarroa y a los departamentos correspondientes que hagan «un esfuerzo político, organizativo y también económico para mantener el servicio de transporte escolar de las 15.15 horas y el servicio post-escolar».