El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que ganó por un punto y medio las elecciones legislativas del 26 de setiembre, los Verdes y los liberales del FDP comenzarán este jueves las negociaciones preliminares para formar coalición de gobierno.

«Acabo de proponer al señor (Olaf) Scholz (jefe de filas y candidato a canciller del SPD), y de acuerdo con los Verdes, encontrarnos mañana para una negociación a tres, y esa reunión tendrá lugar»,  ha anunciado esta mañana el presidente del FDP, Christian Lindner, en una comparecencia ante la prensa hoy miércoles.

Poco antes, la copresidenta de Los Verdes, Annalena Baerbock, anunciaba a la prensa que su partido había propuesto al FDP el establecimiento de conversaciones tripartitas con el SPD de cara a formar una coalición de gobierno bautizada como semáforo, por los colores de los tres partidos (rojo, verde y amarillo de los liberales).

Los Verdes y los liberales se convirtieron en árbitros de la situación postelectoral en Alemania después de que ni el SPD, que alcanzó un 25,7 % de los votos, ni la CDU/CSU, que logró un 24,1 % (el peor resultado de su historia), obtuvieran sufragios suficientes para formar Gobierno en solitario.

Descartada, de momento, la reedición de la Gran Coalición (el SPD recela de seguir coligada al centro-derecha y la CDU rechaza ser segunda en el Ejecutivo), todo apunta a un gobierno a tres bandas.

La primera y todavía última vez en que Alemania fue gobernada por una coalición tripartita fue en 1950, un año después de la fundación de la República Federal Alemana (RFA).

Con este formalismo de anunciar el arranque de las negociaciones preliminares, verdes y liberales escenifican la priorización de un acuerdo con los socialdemócratas.

Nada está cerrado

Pero eso no quiere decir que descarten un acuerdo con la CDU-CSU para formar una coalición «Jamaica» (por el negro de la coalición de centro derecha).

El líder liberal ha insistido en que «para nosotros la coalición Jamaica sigue siendo una opción viable en términos de contenido» Y es que Lindner, quien quiere a toda costa convertirse en ministro de Finanzas, no ha ocultado nunca su preferencia por pactar un gobierno de tendencia neoliberal.

Los Verdes, que al contrario apuestan por un gobierno más progresista en términos medioambientales y sociales, tampoco  descartan nada, aunque sea como táctica para reforzar su posición negociadora con el SPD y el FDP.

El copresidente de la formación ecologista, Robert Habeck, ha matizado que todavía existen áreas en las que se necesitará negociar con los liberales y ha añadido que el inicio de las negociaciones no presupone «un rechazo completo» a un eventual proceso de conversaciones con los conservadores ni prejuzga un acuerdo entre SPD, Verdes y FDP.

Habeck, paradójicamente reforzado por los agridulces resultados de los Verdes, suena en las quinielas como vicecanciller y segundo tras el canciller, el socialdemócrata Scholz.

Baerbock, candidata ecologista de la que se esperaba más –llegó a liderar las encuestas al comienzo de la campaña–, sería titular de Exteriores.

El liberal Lindner quiere la cartera económica para presionar a favor de la reinstalación de la austeridad presupuestaria y socioeconómica.