Este especialista en malaria y exministro de Sanidad y Exteriores de Etiopía, nacido en 1965 en Asmara (la actual capital de Eritrea), se convirtió en 2017 en la primera persona africana en dirigir la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuyo mandato quedará marcado para siempre por la lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus, es el único candidato a la renovación del cargo, como ha confirmado este viernes la OMS en un comunicado.

«Hemos logrado numerosas cosas, pero aún nos queda mucho por hacer. Los objetivos alcanzados y las próximas exigencias me han determinado más que nunca a llevar a cabo nuestro proyecto, que consiste en dotar a la organización de una mayor agilidad, con un financiación y medios sostenibles y adecuados al servicio de todos», comenta en la carta de presentación de su candidatura.

«La transformación y el fortalecimiento de la arquitectura de salud pública mundial serán determinantes para garantizar que el mundo esté realmente preparado para prevenir otra crisis como el covid-19 o peor aún, prepararse y afrontarla», añade.

Ghebreyesus no podrá continuar como director general de la OMS después de un segundo mandato, que debería comenzar el 16 de agosto de 2022. Previamente, los representantes de los Estados miembros realizarán una votación secreta durante la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará en mayo.

La retirada de fondos de Trump

La cálida personalidad de la máxima autoridad de la OMS, quien describe a muchos líderes como «hermana» o «hermano», contrasta con la frialdad de la hongkonesa Margaret Chan, que estuvo al frente de la institución entre 2007 y 2017.

No obstante, provocó la ira del anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), que recortó los fondos que destinaba su país a este organismo, acusándolo de estar demasiado cerca de China y de gestionar mal la pandemia.

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, que propició la vuelta de Estados Unidos a la OMS, dio un respiro a Ghebreyesus, cuya candidatura a la reelección ha contado con el respaldo de 28 Estados miembros.

Pero últimamente, su tono más crítico hacia China, ya que considera que no es lo suficientemente transparente sobre el origen de la pandemia, le ha valido las críticas por parte de Pekín.

La OMS adolece de una falta de medios financieros y especialmente de flexibilidad en el uso de los fondos que le asignan los donantes, a menudo con un propósito muy específico.

«Negligencia» por la violencia sexual en la RDC

Por otro lado, Ghebreyesus recibió reproches de varias decenas de Estados miembros, incluidos algunos de los que apoyaron su primera candidatura, frustrados por su gestión en el escándalo de violencia sexual infligida por empleados de la OMS, entre otros trabajadores humanitarios, en la República Democrática del Congo (RDC) durante la lucha contra la epidemia de ébola entre 2018 y 2020.

Un informe independiente señaló «fallos estructurales» y «negligencia individual» dentro de la organización. Ghebreyesus, que se disculpó ante decenas de víctimas, admitió que podría haber indagado más durante sus 14 viajes a ese país africano.

Más recientemente, ha provocado el malestar del Gobierno etíope en torno al conflicto en la región de Tigré, de donde es originario.