El Glorioso ha sumado más puntos en esta última semana que en los primeros dos meses de competición. Llegaba al partido de Cadiz con tres puntos y ocho días después, tiene diez puntos en el bolsillo y está fuera de los puestos de descenso.
La evolución a mejor del Deportivo Alavés es ya innegable, así como el Barcelona está inmerso en un gran crisis. Parecía que Sergi Barjuan iba a caer de pie en su primera experiencia en el primer equipo blaugrana porque el juego recordó a aquel Barcelona de no hace mucho tiempo pero que ya parece lejano.
Ha dominado el juego ante un Glorioso muy replegado. Las internadas de Jordi Alba o Dest han sido constantes –incluso Eric García se animó al ver tan atrás la línea defensiva albiazul–, Agüero también ha intentado con varios remates antes de ser sustituido por sentir malestar, pero han errado en el último pase, y han errado prácticamente todos los jugadores, porque la mayoría de jugadores locales estaban instalados en la zona tres cuartos del campo.
La defensa visitante ha estado firme, sin dudas, acompañado por un Sivera que ha sido clave en la segunda mitad. Y es que el portero valenciano tenía la difícil tarea de sustituir a Pacheco y lo ha hecho con nota. No ha podido hacer nada en el disparo de Memphis Depay nada más comenzar la segunda mitad, un disparo que parecía que iba a desatascar al Barcelona y que iba a devolverle a la senda de la victoria, pues el Alavés nunca ha puntuado cuando ha encajado primero en lo que vamos de temporada. En las tres victorias cosechadas ha sido él quien ha marcado el primero.
No obstante, tal y como señalábamos, el Glorioso ha evolucionado y en esa evolución hay más recursos, más recursos que llegan a base de trabajo. Es así cómo ha llegado el gol del empate mediante el jugador más trabajador de la plantilla, Luis Rioja. El andaluz, incansable, no ha dejado ni tiempo para asentar el 1-0 y tras conectar con Joselu se ha plantado solo ante Ter Stegen y, tras regatearle, ha puesto el definitivo 1-1.
Merecido resultado o no, quizás aún no es tiempo de valorarlo, pero lo cierto es que las dinámicas importan mucho en el fútbol. El Barcelona ha tenido más de una hora para revertir la situación –porque era él el más necesitado– y no ha podido batir a un Sivera estelar y a una línea defensiva sólida; mientras, ha temblado cada vez que el Glorioso salía –muy errático– al contragolpe.
Los de Javi Calleja han sumado siete puntos en los últimos tres partidos mientras el Barcelona ha cosechado tan solo uno. Semana redonda para unos, semana para olvidar para otros. «Nos hacen gol con poco, y no puede ser», es una buena forma de resumir lo que le pasa al equipo culé, y buena muestra también de la mejoría albiazul de cara a gol.