Pequeña recompensa al esfuerzo del Amorebieta (1-1)

Huesca y Amorebieta se han repartido los puntos gracias a dos goles en propia puerta. Tras un primer tiempo equilibrado, los vizcainos han sido mejores en la reanudación, cuando han neutralizado la ventaja local.

Orozko y Pulido corren en pos del balón. (LaLiga)
Orozko y Pulido corren en pos del balón. (LaLiga)

No le da para mucho en lo tangible y, de hecho, puede acabar la jornada aún más lejos de la salvación. Pero quizá sí lo agradezca el ánimo, que también es importante, porque, por una vez, el Amorebieta regresa a casa con la sensación de que su esfuerzo ha tenido recompensa. Mínima porque en el segundo tiempo se ha visto a los vizcainos más cerca de la victoria que el Huesca pero recompensa a fin de cuentas. Conseguida, además, en el estadio de un aspirante al ascenso –se le dan definitivamente bien al Amorebieta, que ya había empatado con Eibar y Sporting y se había impuesto al Almería– y que contaba con el debut de su entrenador, siempre a tener en cuenta.

Casi se le ha notado más por la suerte que se le suele presuponer al recién llegado que por el juego. Porque el primer tiempo –que los zornotzarras han encarado con la entrada en el once de Orozko y, hoy en el centro del campo, Markel Lozano– ha sido bastante equilibrado. Y sólo el infortunio del Amorebieta y la situación que atraviesa, que le ha hecho acusar duramente el golpe, ha permitido a los locales llegar al descanso en ventaja. Ni siquiera han necesitado tirar a puerta porque el 1-0, a los once minutos, llegaba en una jugada de auténtica chirigota. Una de esas que sólo suelen protagonizar los equipos en apuros. Un centro al área desde la derecha lo ha despejado Arregi con tan mala fortuna que ha rebotado en Luengo para acabar en el fondo de la portería. El árbitro ha contribuido a redondear el espectáculo circense, al equivocarse tras atender la revisión de sus compañeros del VAR. Ha creído que debía anular el tanto por fuera de juego y ha tenido que desdecirse de inmediato, dando validez al gol, para desesperación de los jugadores visitantes.

El desánimo se les ha notado durante mucho tiempo. Empujaban pero les faltaba convicción cuando se acercaban al área rival, que tampoco ha sido en demasiadas ocasiones, y también a la hora de defender, aparentemente convencidos de que todo su esfuerzo resultaría indiferente a la hora de repartir los puntos. Han tenido la suerte de que el Huesca no haya sabido aprovecharse. Un par de contras rápidas y un par de disparos desde la frontal componen las ocasiones de un equipo que no ha tirado una sola vez entre los tres palos. Y que tampoco tendrá queja del árbitro porque a seis minutos del final, una caída de Orozko ante Pulido que al menos merecía ser revisada, ha pasado inadvertida para los colegiados del césped y de las pantallas.

Parecía imposible que el Amorebieta pudiera darle la vuelta al partido en una segunda parte que ha empezado con susto, un córner peinado por Pitta en el segundo palo que Arregi ha enviado por línea de fondo cuando Salvador se lanzaba al remate, pero que se ha ido decantando del lado zornotozarra a velocidad creciente. Iñigo Vélez ha debido tocar la tecla adecuada y la sensación que ofrecía el equipo tras el descaso ya no era la de la fatalidad sino la de la perseverancia. Como el Huesca ha preferido proteger su mínima ventaja, sin atreverse siquiera a buscar la sentencia a la contra, el partido se ha desarrollado casi por completo en las inmediaciones de Andrés. Las ocasiones no acababan de ser claras pero tampoco lo ha necesitado el Amorebieta que, como su rival, también ha tirado de fortuna para empatar. Cuatro minutos después de que Cristian Salvador rozara el autogol al intentar despejar un córner, Larra ha recuperado un despeje en la frontal también tras un saque de esquina, Amorrortu ha centrado desde la derecha y Marc Mateu ha enviado el balón a su portería.

Sólo entonces se ha dado cuenta el Huesca de que había césped más allá del círculo central, lo que ha provocado que Saizar tuviera más protagonismo en el último cuarto de hora que en los 75 minutos anteriores. Pero era ya demasiado tarde.

Huesca: Andrés; Andrei, Salvador, Pulido, Florian (Buffarini, min.80); Mikel Rico, Mosquera (Nwakali, min.59), Seoane (Juan Carlos, min.80); Ferreiro (Escriche, min.80), Gaich (Pitta, min.52) y Marc Mateu.
Amorebieta: Saizar; Larra, Óscar Gil (Irazabal, min.57), Arregi, Luengo, Ozkoidi; Olaetxea (Amorrortu, min.77), Markel Lozano, San José (Iker Bilbao, min.77); Guru (Unzueta, min.46) y Orozko (Mikel Álvaro, mi.89).  
Árbitro: Quintero González (Andalucía). Amarillas a Ferreiro (32’), Seoane (39’); Saizar (39’) y el tecnico visitante Iñigo Vélez (39’).
Goles: 1-0, min.11: Luengo, p.p. 1-1, min.78: Mateu, p.p.
Incidencias: 6.026 espectadores en El Alcoraz. El Amorebieta vistió de verde.